Detenidos cuatro presuntos asesinos en Songo La Maya
Imagen: Facebook Héroes del Moncada
La comunidad de Quintoque, en el municipio santiaguero de Songo La Maya, amaneció con la noticia de que cuatro ciudadanos fueron detenidos por su presunta implicación en un crimen que ha estremecido a la zona.
Según confirma el perfil de Facebook Héroes del Moncada , las capturas se produjeron tras varios días de investigación y con la colaboración de residentes locales que aportaron datos clave para ubicar a los sospechosos. La rapidez de las detenciones podría interpretarse como una victoria policial, pero también plantea interrogantes: ¿por qué los ladrones de ganado se sienten con tanta impunidad como para actuar de forma tan violenta en zonas donde todos se conocen?
En el encuentro con los residentes del lugar, las autoridades allí presentes informaron que las investigaciones realizadas y el apoyo de la población, permitieron determinar la participación en el hecho de 4 ciudadanos, quienes luego de entrar en la vivienda con el objetivo de robar los animales que poseía, al percatarse de la presencia del dueño de los mismos, lo inmovilizaron y amordazaron provocandole la muerte por asfixia.
Imagen: Facebook Héroes del Moncada
Detenidos cuatro presuntos asesinos en Songo La Maya
Fuentes comunitarias señalan que los detenidos habrían participado en un asalto nocturno con el objetivo de robar animales de un corral. El plan cambió de rumbo fatalmente cuando el dueño los sorprendió. En lugar de huir, lo inmovilizaron y amordazaron, provocándole la muerte por asfixia. Testigos aseguran que la víctima era un hombre apreciado en la comunidad, dedicado a la cría de animales para sostener a su familia.
Aunque las autoridades han garantizado que los acusados serán juzgados “con todas las garantías que la ley contempla”, la población de Quintoque no oculta su indignación. No ven el hecho como un simple “robo con resultado de muerte”, sino como una muestra más de una espiral de violencia que avanza en el campo cubano: cada vez más ataques a campesinos, más robos de ganado y más agresividad por parte de los perpetradores.
El caso deja un saldo trágico: un hombre muerto por defender su sustento, cuatro presuntos implicados a la espera de juicio y una comunidad sumida en temor y desconfianza. Si bien las detenciones generan un alivio momentáneo, la raíz del problema —la inseguridad y el deterioro social— sigue intacta. Y la pregunta sigue flotando en el aire: ¿cuántos casos así se necesitan para que la protección de la vida y la propiedad deje de ser un discurso y se convierta en una realidad?