La Ministra de Comercio Interior propone las croquetas de plátano como opción ante la crisis alimentaria

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Betsy Díaz Velázquez, titular de Comercio Interior de Cuba. En recientes declaraciones ante la Asamblea Nacional, Díaz Velázquez presentó las croquetas de plátano, junto con el caldo base de pescado, como “alternativas gastronómicas” y ejemplos de iniciativas creativas para enfrentar la escasez de productos básicos en el país.
Aunque destacó estas medidas como avances y resultados de la autogestión local, sus palabras han generado controversia y críticas, pues muchos consideran que tales propuestas demuestran una desconexión con la gravedad real de la crisis económica y alimentaria que enfrenta la población cubana
Muchos cubanos perciben en sus palabras el mismo tono de irrespeto de la ex ministra de Trabajo, quien días antes de renunciar dejó frases que aún resuenan como muestra de desconexión con la realidad cotidiana.
Recetas para el desencanto: plátanos en vez de soluciones

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Según lo admitido por la ministra, el sistema es incapaz de garantizar la distribución estable de productos básicos, incluyendo arroz, pollo y leche, siendo más de 34.000 niños afectados con entregas reducidas de lácteos. Frente a este escenario, ensayar “croquetas de plátano” como alternativa, lejos de brindar esperanza, ha sido interpretado por la opinión pública como el último eslabón en una cadena de declaraciones insensibles que menosprecian las penurias del pueblo.
La idea, mencionada en un recorrido por Guantánamo, se suma a otras propuestas que rozan lo surrealista: la transformación de unidades comerciales en espacios recreativos con “danzón” y “chachachá”, o la venta de módulos festivos a precios prácticamente inalcanzables para la mayoría, entre 500 y 600 pesos cubanos, superando con creces la capacidad adquisitiva promedio.
Universitarios “captados” y consumo “esperanzador”
Pero las propuestas ministeriales no terminaron ahí. Díaz Velázquez sugirió “enganchar” a los jóvenes universitarios con ofertas iniciales asequibles, apostando a que consumirán más una vez dentro de los establecimientos, como si la clave para sortear la crisis fuera una estrategia de mercadeo infantil e impropia para las actuales dificultades económicas del país.
La Ministra de Comercio Interior propone las croquetas de plátano. Un país que exige respeto, no recetas vacías
Las palabras de la ministra, mientras reconoce deficiencias y plantillas incompletas a nivel provincial y municipal, caen en saco roto cuando el discurso se aleja cada vez más del día a día de los cubanos. ¿“Croquetas de plátano” como nuevo símbolo frente al hambre? Para muchos, esto resulta un cruel recordatorio de cuánto se ha deteriorado el vínculo entre los funcionarios y el pueblo.
A pocos días de la renuncia de la anterior ministra de Trabajo, la ciudadanía se pregunta si Díaz Velázquez seguirá sus pasos o, peor aún, si el gobierno continuará superándose a sí mismo en el arte de la indiferencia institucional. Cada declaración de este tipo profundiza la sensación de irrespeto, alimentando la crítica y el descontento social en una Cuba que no necesita más improvisación, sino soluciones reales y humanas.