Única menor sobreviviente del accidente en Pinar del Río, retorna a su hogar

Imagen: Facebook Alina López Ochoa
La esperanza y la gratitud se entrelazan en el hogar de la familia Martínez Blanco, donde la pequeña Arlenys, de apenas 10 años, retorna tras sobrevivir al trágico accidente de tránsito ocurrido el pasado 21 de junio, en el kilómetro 2 de la carretera que conduce a Luis Lazo, en Pinar del Río.
Acompañada de su abuela paterna, Ileana Izquierdo Iznaga, Arlenys deja escapar una tímida sonrisa, marcada por la experiencia vivida, aunque su inocente memoria intente protegerla del recuerdo de aquella noche. Su recuperación ha sido posible gracias a la atención recibida en el hospital pediátrico provincial Pepe Portilla, donde permaneció siete días bajo el cuidado de un equipo médico comprometido.



“Ella llegó muy mal, muy mal… Fue muy grande lo hecho por los médicos, enfermeras, técnicos, por todos. Estoy muy agradecida a ellos”, expresa Ileana, entre lágrimas, en nombre de toda la familia. La emoción embarga a quienes han seguido de cerca la evolución de Arlenys, quien fue reportada de grave tras sufrir un trauma cráneo-encefálico moderado, consecuencia del accidente que dejó como saldo cuatro fallecidos y tres lesionados.
Única menor sobreviviente del accidente en Pinar del Río, retorna a su hogar. La familia comparte su gratitud y esperanza tras la difícil experiencia vivida.
En el reencuentro familiar, los padres y hermanitos de Arlenys se acercan con ternura, mientras la niña, en un susurro, envía besos y agradecimientos a quienes hicieron posible su recuperación. El caso de Arlenys ha conmovido a la comunidad pinareña y ha sido seguido de cerca por usuarios en redes sociales, especialmente a través de publicaciones de Alina López Ochoa en Facebook, donde se ha compartido información actualizada y mensajes de solidaridad.

Imagen: Facebook Alina López Ochoa
La historia de Arlenys es un testimonio de la fortaleza infantil, el amor familiar y la dedicación de los profesionales de la salud en Cuba. Hoy, su sonrisa representa un rayo de esperanza para todos aquellos que, de una u otra forma, han sido tocados por la tragedia y la resiliencia.