Fuerte declive del turismo en Cuba: ha disminuido más del 20 % los visitantes en lo que va del año.
Imagen: Impacto Latino
El turismo, considerado el motor económico de Cuba, atraviesa una de sus peores crisis en los últimos años. Entre enero y agosto de 2025 llegaron a la isla 1,25 millones de visitantes internacionales, una caída del 21,6 % en comparación con el mismo período del año anterior, según datos oficiales de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
La reducción en la llegada de viajeros complica seriamente la meta oficial de alcanzar 2,6 millones de turistas en 2025. Analistas advierten que, si no se revierte la tendencia, ni siquiera se logrará superar los 2,2 millones registrados el año pasado, cifra que ya había sido la más baja en casi dos décadas, con excepción de los años de pandemia.
El retroceso es generalizado entre los principales países emisores. Alemania experimentó una contracción del 41,4 %, Rusia del 39,4 %, España del 27,7 %, Francia del 24,7 % y Canadá —tradicional primer emisor de turistas hacia Cuba— cayó un 21 %.
La única excepción en el panorama fue Argentina, que registró un ligero repunte cercano al 6 %. Sin embargo, el incremento no compensa la fuerte contracción de los demás mercados. A ello se suma la reducción del 20,7 % en el arribo de cubanos residentes en el exterior, un segmento clave que en los últimos años se había convertido en el segundo mayor grupo de visitantes.
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La disminución del turismo en Cuba responde a una combinación de factores internos y externos. Entre los más señalados destacan la crisis económica y energética, que deteriora la calidad de los servicios básicos y hoteleros, y la reducción de rutas aéreas, que ha limitado la conectividad de la isla con sus principales mercados.
A ello se suman las sanciones de Estados Unidos, que restringen los viajes y las transacciones financieras, dificultando la llegada de turistas y la operación de empresas vinculadas al sector. La falta de inversiones y la obsolescencia de parte de la infraestructura turística también juegan en contra en un mercado cada vez más competitivo.
Mientras Cuba pierde atractivo, otros destinos del Caribe muestran cifras récord. República Dominicana ha superado los 7 millones de visitantes anuales y México, con Cancún como epicentro, sigue consolidándose como uno de los polos turísticos más importantes de la región.
“Los turistas buscan destinos donde no solo haya sol y playa, sino también servicios de calidad y facilidades de acceso. En este escenario, Cuba queda rezagada frente a sus competidores”, comentó a medios internacionales un especialista en turismo regional.
La caída del turismo amenaza con agravar la ya delicada situación económica del país. El sector representa una de las principales fuentes de divisas, financia parte del presupuesto estatal y da empleo a decenas de miles de cubanos, tanto en el sector estatal como en negocios privados vinculados a la hostelería, la gastronomía y el transporte.
Con menos visitantes, disminuyen los ingresos para hoteles y restaurantes, pero también para pequeños arrendadores, guías turísticos y choferes que dependen directamente de este flujo. A cuatro meses de cerrar el año, alcanzar la meta oficial parece una misión imposible. Todo apunta a que 2025 cerrará como otro año negro para el turismo en Cuba, muy lejos de los 4,6 millones de visitantes alcanzados en 2018, cuando la industria vivía un momento de auge tras el deshielo con Estados Unidos.
Hoy, con un panorama económico adverso y una competencia regional cada vez más fuerte, el país enfrenta el reto de rediseñar su estrategia turística si quiere recuperar su atractivo y garantizar que esta fuente vital de ingresos no siga en declive.