Del 24 al 29 de noviembre, el recinto ferial de Expocuba acogerá la XLI edición de la Feria Internacional de La Habana (FIHAV 2025), un evento que el Gobierno cubano presenta como “la mayor bolsa comercial de la región”.
Sin embargo, la celebración de esta feria en medio de una crisis humanitaria, económica y sanitaria plantea serias interrogantes sobre las prioridades del Estado y la desconexión entre el discurso oficial y la realidad cotidiana.
Maletín en mano, pero sin voz ni voto
Oscar Pérez-Oliva Fraga, vice primer ministro y titular de Comercio Exterior e Inversión Extranjera/ ACN
Según Oscar Pérez-Oliva Fraga, vice primer ministro y titular de Comercio Exterior e Inversión Extranjera (MINCEX), algunos de estos cubanos asistirán como expositores y otros en la modalidad de “maletín en mano”, explorando oportunidades de negocio. El Gobierno los recibe como inversionistas, pero no como ciudadanos. Se les abre la puerta para traer capital, pero se les cierra para opinar, votar o participar en la vida política del país.
El funcionario destacó que habrá un “intercambio de oportunidades de negocios” con estos compatriotas, en el marco de la mayor cita comercial del país. Sin embargo, este tipo de eventos no representa un diálogo real con la diáspora, sino una instrumentalización de su potencial económico. El Gobierno cubano sigue sin reconocer a los exiliados como actores legítimos del futuro nacional, limitando su rol a donantes y empresarios.
FIHAV 2025 se presenta como un espacio de inclusión económica, pero en realidad es una vitrina que oculta la exclusión política. El Gobierno cubano celebra la presencia de sus emigrados cuando conviene a sus intereses financieros, pero los silencia cuando reclaman derechos, denuncian abusos o proponen alternativas democráticas.
La participación de cubanos residentes en el exterior en FIHAV 2025 no es señal de apertura, sino de oportunismo. El Gobierno cubano sigue viendo a su diáspora como fuente de divisas, no como parte integral de la nación. Mientras se les invita a invertir, se les niega el derecho a decidir. Y eso no es inclusión: es manipulación.
Un país en ruinas, una feria de lujo
Foto de archivo de FIHAV 2023/Abel Padrón Padilla/ Cubadebate
Mientras se ultiman los detalles logísticos para recibir a más de 700 empresas de 47 países y la Unión Europea, millones de cubanos enfrentan apagones prolongados, escasez de alimentos, falta de agua potable y una epidemia de chikungunya que se extiende sin control.
La infraestructura pública está deteriorada, los hospitales colapsados y el transporte en estado crítico. ¿Cómo justificar una feria internacional en este contexto?
El espectáculo de la inversión extranjera
FIHAV 2025 incluirá el VIII Foro de Inversiones, donde se presentará la Cartera de Oportunidades de Inversión Extranjera alineada con el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030.
El Gobierno busca atraer capital extranjero para sectores estratégicos, pero la falta de transparencia, la inseguridad jurídica y el control estatal sobre la economía siguen siendo barreras insalvables.
¿Qué empresario serio invertiría en un país donde el acceso a internet es limitado, los contratos no se respetan y la moneda nacional se devalúa sin control?
¿Quiénes vienen y qué buscan?
Foto de archivo de FIHAV 2023/Abel Padrón Padilla/ Cubadebate
Entre los invitados confirmados hay delegaciones oficiales de Venezuela, Italia, Rusia y China, además de organismos internacionales y cámaras de comercio.
La mayoría busca posicionarse en sectores como el agroalimentario, el turismo y la energía. Pero detrás de las cifras y los stands relucientes, la pregunta persiste: ¿a quién beneficia realmente esta feria? ¿Al pueblo cubano o a una élite que negocia mientras la población sobrevive?
La paradoja energética
En un país donde los apagones son diarios y el sistema eléctrico está al borde del colapso, resulta irónico que FIHAV 2025 incluya áreas temáticas sobre energía y sostenibilidad. ¿Qué credibilidad tiene un gobierno que promueve soluciones energéticas mientras deja a sus ciudadanos sin luz ni refrigeración?
El destino económico: ¿reanimación o maquillaje?
FIHAV 2025 se presenta como una apuesta por la recuperación económica. Pero más que una estrategia de desarrollo, parece un intento desesperado de maquillar el colapso estructural del modelo cubano.
La feria no resolverá la inflación, ni la escasez, ni la migración masiva. Solo servirá para reforzar una narrativa oficial que ignora el sufrimiento de la mayoría.
FIHAV 2025 no es un símbolo de progreso, sino un espejo de las contradicciones del régimen. Mientras se exhiben productos y se firman acuerdos, el pueblo cubano sigue esperando soluciones reales.
La feria puede atraer flashes y titulares, pero no ilumina los apagones ni cura las epidemias. Es hora de preguntarse si el país necesita más ferias… o más justicia.