Leve repunte en la aprobación de Trump, pero aún por detrás de Obama y Biden

Imagen: history.com
La aprobación de Donald Trump ha mostrado cierta mejoría respecto a su primer mandato, pero sigue situándose por debajo de los niveles alcanzados por Barack Obama y Joe Biden, según datos de diversas encuestas recientes.
Leve repunte en la aprobación de Trump, pero aún por detrás de Obama y Biden. La última encuesta lo sitúa en un 40% de aprobación nacional
De acuerdo con una encuesta de AP-NORC y registros de Gallup publicados por Univision, Trump cuenta actualmente con un 40% de aprobación, lo cual representa un incremento de dos puntos porcentuales en comparación con el pico de su último año en la presidencia anterior. Este repunte lo posiciona mejor frente a su primer mandato, donde su aprobación llegó a estar por debajo del 35% según cifras históricas de Gallup. Sin embargo, estos nuevos niveles aún no alcanzan los obtenidos por otros presidentes recientes: Obama cerró su segundo mandato con una aprobación de 59% y Biden, pese a sus propias caídas, comenzó 2025 con un 40%.
Diversos factores explican tanto la ligera remontada de Trump como la diferencia con sus antecesores:
Trump arranca este nuevo periodo con mayor apoyo entre votantes republicanos y segmentos como hombres blancos, pero sigue siendo muy impopular entre mujeres, minorías y ciudadanos con educación universitaria.
La población sigue dividida—solo uno de cada cuatro adultos estadounidenses afirma haberse beneficiado de las políticas del presidente, según la encuesta citada por AP.
Las cuestiones más importantes para su base —como inmigración, economía e inflación— han marcado la agenda, aunque la percepción general es de estancamiento e incertidumbre.
Según el análisis histórico de Gallup, la media de aprobación final para Trump en su primer mandato fue de solo 34%, la más baja entre los presidentes recientes, mientras que la de Obama y Biden al cierre de sus respectivos periodos supera esa cifra. Por tanto, aunque la imagen de Trump ante la opinión pública ha mostrado cierto repunte, su popularidad nacional sigue siendo limitada y no logra recortar distancias con sus predecesores demócratas.
Esta tendencia refleja una polarización aún más pronunciada en la política estadounidense, donde la aprobación de los presidentes depende cada vez más de la afinidad política y social de los consultados