Crisis eléctrica en la Isla de la Juventud: el motor G-83 y la realidad de los apagones
Imagen: Facebook Radio Caribe
En la madrugada de este viernes, la Isla de la Juventud recibió el motor G-83, que suma 1,6 MW a la generación local. Este hecho fue anunciado como un alivio provisional ante el déficit eléctrico que ha sumido al territorio en una crisis energética sin precedentes recientes16. Sin embargo, más allá de las notas oficiales, la realidad que enfrenta la población pinera es mucho más compleja y tensa.
La crisis detrás del apagón
La Isla de la Juventud, hasta hace poco ejemplo de autosuficiencia energética en Cuba gracias a su sistema independiente, ha visto colapsar su red tras la salida de servicio de varias unidades generadoras. De los 18 motores instalados, solo ocho estaban operativos esta semana, entregando apenas 11 MW frente a una demanda habitual de más de 24 MW. El déficit obligó a imponer apagones programados inicialmente en bloques de cinco horas sin electricidad y cinco horas con servicio, pero la situación se agravó: la mayoría de los circuitos ahora experimentan cortes de cinco horas seguidas, con solo dos o tres horas de corriente entre cada apagón16. En barrios como Micro 70 y Sierra Caballos, las afectaciones superan incluso esos tiempos.
Crisis eléctrica en la Isla de la Juventud. Medidas de emergencia y malestar social
Las autoridades han respondido con un paquete de medidas de ahorro drásticas: suspensión del uso de equipos de climatización en todos los sectores, restricciones al funcionamiento de frigoríficos y cámaras de frío durante el día, y la obligación de que panaderías y otros servicios esenciales utilicen grupos electrógenos para no recargar la red. El sector del ocio ha sido especialmente golpeado, con horarios restringidos y prohibiciones de uso de hornos y aires acondicionados.
El malestar social es palpable. Las redes sociales se han llenado de quejas, ironías y llamados a soluciones reales. “¿Cómo es posible que se planifiquen apagones de 10 p.m. a 3 a.m. y luego de 1 a.m. a 6 a.m.? ¿Quién puede dormir así?”, se preguntaba una madre, preocupada por el calor y los mosquitos que afectan sobre todo a niños y ancianos. Otros ciudadanos denuncian que no pueden ni hervir la leche para alimentar a sus hijos, y que la falta de gas agrava aún más la situación.
Crisis eléctrica en la Isla de la Juventud: el motor G-83 ¿Alivio real o simple parche?
La llegada del motor G-83 y los trabajos en la máquina MAN 5 se presentan como soluciones inmediatas, pero insuficientes. El aporte de 1,6 MW es apenas un respiro en un sistema que necesita más del doble de su capacidad actual para funcionar con normalidad16. Las autoridades han hablado de reconstruir generadores dañados con asesoría extranjera, pero no hay claridad sobre recursos ni plazos, lo que genera aún más desconfianza entre la población.
El cansancio y la frustración han llevado incluso a que circulen en redes peticiones de independencia energética y propuestas para una “república autónoma” en la isla, reflejando el hartazgo ante las promesas incumplidas y la falta de soluciones estructurales.
La crisis eléctrica en la Isla de la Juventud es el resultado de años de explotación de equipos, falta de inversión y carencias de recursos para el mantenimiento y la modernización del sistema. El motor G-83 puede aliviar momentáneamente la situación, pero no resuelve el problema de fondo. Mientras tanto, los pineros siguen enfrentando largas horas de apagón, afectaciones a la alimentación y la salud, y un creciente malestar social que no se calma con discursos ni promesas a futuro