Cuba en penumbra tras crisis energética y apagones prolongados.

Foto: cibercuba
Cuba se desvanece entre apagones y crisis energética
La jornada del 20 de mayo de 2025 marcó un antes y un después en la crisis energética de Cuba, cuando la Unión Eléctrica (UNE) anticipó una afectación superior a 1 700 MW.
Sin embargo, lo que los números no alcanzaban a describir fue el apagón generalizado: un corte de luz impredecible, sin avisos ni horarios, que convirtió la vida diaria en un desafío.
A partir de ese momento, miles de cubanos comenzaron a compartir, a través de redes sociales, la desesperación por la falta de electricidad, el calor insoportable y la ausencia de respuestas claras por parte del gobierno.
Cuba en penumbra tras crisis energética y apagones prolongados.

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Apagones que atraviesan fronteras provinciales
Aunque todo el país está afectado, algunas provincias sufren con especial crudeza.
En Villa Clara, municipios como Remedios, Sagua la Grande y Caibarién reportaron cortes de entre 18 y 22 horas en días recientes.
Cienfuegos, con Palmira y Aguada de Pasajeros, llega a registrar más de 20 horas sin corriente, mientras en Granma, ciudades como Bayamo solo experimentan “momentos de luz” esporádicos.
Camagüey y Ciego de Ávila hablan de noches infinitas con temperaturas superiores a 30 °C, y en Oriente —Holguín, Las Tunas y Guantánamo— se repiten jornadas de más de 24 horas a oscuras.
Impacto en la salud y el hogar

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La prolongación de los apagones en Cuba va más allá de la incomodidad.
Las neveras vacías y la imposibilidad de cocinar refrigerados han disparado la descomposición de alimentos.
La proliferación de mosquitos en viviendas sin ventilación ha desencadenado brotes de dengue, mientras el uso de fogones improvisados con carbón o leña intensifica las afecciones respiratorias.
Niños y ancianos, sin ventiladores ni aire acondicionado, viven en un calor sofocante que altera el sueño y debilita sus defensas.
La gestión oficial

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En medio del caos, la UNE mantiene reportes de “afectaciones programadas” que la ciudadanía ya no cree. Los cubanos denuncian que mientras ellos pasan horas en la penumbra, los dirigentes gozan de electricidad continua y confort.
El nuevo término acuñado, “alumbrones”, refleja con sarcasmo la fugacidad de los breves instantes de luz.
¿Hay salida a la crisis energética?
La falta de inversiones, el envejecimiento de la infraestructura y la dependencia de combustibles importados pintan un panorama desolador.
No hay soluciones a la vista que garanticen el restablecimiento estable del suministro.
Mientras tanto, la población cubana sigue desvelándose, aguardando —quizás en vano— el fin de los apagones y el regreso de la luz a sus hogares.