Visita del ministro de Transporte a Granma revela un sistema de transporte en estado crítico
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El reciente recorrido del ministro de Transporte por Granma, acompañado de autoridades locales y diputados, intentó pintar un panorama optimista sobre la situación del transporte en la provincia. Sin embargo, detrás de los discursos oficiales y los anuncios de recuperaciones parciales, la realidad es mucho más sombría: el sistema de transporte en Granma está al borde del colapso, con servicios casi paralizados, rutas suspendidas y una población cada vez más afectada.
Aunque se resaltan logros como la recuperación de cuatro ómnibus y la reparación de paradas en Bayamo, estos avances son mínimos frente a la magnitud del problema. El coeficiente de disponibilidad técnica apenas mejoró discretamente, y la mayoría de las rutas —más del 75 % según reportes recientes— permanecen inactivas o funcionan con horarios reducidos, limitando severamente la movilidad de miles de personas.
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Visita del ministro de Transporte a Granma revela que la realidad del transporte sigue lejos de los anuncios
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La escasez crónica de combustible, que el ministro reconoce como un factor clave, continúa estrangulando el transporte público. Sin combustible no hay ómnibus que rueden, y sin ómnibus no hay servicio. Esta dependencia hace que cualquier esfuerzo por recuperar la flota sea inútil si no se garantiza el suministro constante y suficiente de combustible y piezas de repuesto. La entrega de neumáticos y baterías, aunque bienvenida, no resuelve el problema estructural ni acelera la recuperación.
Proyectos anunciados, como restablecer rutas clave o incorporar ferrobuses y triciclos eléctricos, avanzan a paso lento o permanecen en espera debido a demoras y falta de recursos. Mientras tanto, la población rural y las comunidades más apartadas siguen sin opciones reales de transporte, enfrentando aislamiento y dificultades para acceder a servicios básicos.
Visita del ministro de Transporte a Granma: discursos optimistas frente a una crisis persistente
El transporte de carga, vital para la economía y el abastecimiento, está en una situación crítica: solo 19 de 52 camiones están operativos en Emcarga, lo que impacta directamente en la llegada de productos esenciales a la provincia. La aviación comercial está paralizada, limitando aún más las conexiones.
En definitiva, el discurso oficial, centrado en logros puntuales y proyectos en marcha, no logra ocultar la profunda crisis que atraviesa Granma. La falta de planificación integral, la insuficiencia de recursos y la dependencia de insumos externos mantienen al transporte en un estado precario, que afecta la calidad de vida de la población y limita el desarrollo económico.
Si bien el ministro y las autoridades insisten en que se están dando pasos para mejorar, la experiencia cotidiana de los granmenses refleja un sistema colapsado, con servicios insuficientes, inseguridad y una sensación creciente de abandono. La verdadera recuperación del transporte en Granma requerirá no solo anuncios y pequeñas reparaciones, sino un compromiso real, recursos adecuados y una gestión eficiente que priorice las necesidades de la gente por encima de la retórica oficial. Hasta entonces, el transporte seguirá siendo uno de los principales obstáculos para el bienestar y progreso de la provincia.