Tumba del Papa Francisco genera controversia por espaciado irregular en “Franciscus”

Foto:Press Digital
Recientemente diseñada y situada en un lugar de honor dentro de la Basílica de San Pedro, la tumba del papa Francisco destaca por su sencillez y respeto al estilo solicitado por el propio pontífice.
Tallada en una losa de piedra gris, la inscripción “Franciscus” aparece en letras mayúsculas clásicas, respetando la latinizada petición del papa fallecido.
Este enfoque sobrio refuerza la espiritualidad del espacio, aunque un detalle gráfico ha opacado momentáneamente su armonía.
Tumba del Papa Francisco genera controversia por espaciado irregular en “Franciscus”

Foto:tomada perfil de Instagram @elmundo
El detalle polémico: error en el grabado
Quienes han visitado la tumba o han visto fotografías de cerca han notado un espaciado irregular en las primeras tres letras de “Franciscus”: las letras R, A y N aparecen excesivamente separadas, rompiendo la uniformidad de la palabra.
Lejos de ser un fallo caligráfico o de traducción, se trata de un error tipográfico relacionado con el “kerning” —el ajuste de distancia entre caracteres—, que no tuvo en cuenta las particularidades de cada forma de letra.
¿Por qué ocurrió? Un desajuste de percepción visual

Foto:RTVE
El error no surgió de un descuido al escribir ni de la aprobación de la Iglesia, sino de una mala aplicación de los principios básicos de diseño gráfico.
En tipografía, no basta con alinear símbolos: cada par de caracteres requiere un espaciado específico para mantener la armonía visual.
En este caso, el grabado asumió un espaciado uniforme (tracking) en lugar de aplicar kerning personalizado, lo que amplió demasiado la separación entre la “R” y la “A”, y luego entre la “A” y la “N”.
El debate entre expertos en tipografía

Foto: el colombiano
“El espaciado entre las letras ‘R’, ‘A’ y ‘N’ es exagerado y no respeta los principios de kerning adecuados.
La palabra pierde cohesión y puede dificultar la lectura”, explica un tipógrafo especializado en letras romanas. Varios diseñadores gráficos han señalado que un kerning más ajustado habría evitado la disonancia visual, especialmente en una pieza de tanta relevancia histórica y religiosa.
A pesar de la aprobación previa por parte de la Santa Sede y la voluntad explícita del papa Francisco, la comunidad de expertos coincide en que era posible lograr un resultado más armónico sin renunciar a la simplicidad.
Mirada al futuro: el cónclave y la elección del nuevo papa
Mientras se corrige este detalle —o al menos se debate una posible reposición del grabado—, la Iglesia ya se prepara para el siguiente gran acontecimiento: el cónclave que comenzará el 7 de mayo de 2025 en la Capilla Sixtina.
Participarán 135 cardenales con derecho a voto (menores de 80 años), entre ellos el cardenal cubano Juan de la Caridad García Rodríguez, arzobispo de La Habana.
Durante varias jornadas se emitirán hasta cuatro votaciones diarias.
Si no se alcanza la mayoría de 77 votos, saldrá humo negro; en caso contrario, humo blanco anunciará al nuevo pontífice.
El proceso, estrictamente secreto y rodeado de rituales centenarios, tendrá lugar mientras continúa el debate por el “error tipográfico” en la tumba de quien fuera Francisco.