Mulino planta cara a Trump y defiende el Canal de Panamá
La reciente exigencia del presidente estadounidense Donald Trump de que los barcos de Estados Unidos crucen el Canal de Panamá sin pagar peaje ha detonado una tormenta diplomática y mediática.
En respuesta, el presidente panameño José Raúl Mulino no solo rechazó tajantemente la propuesta, sino que la calificó de «falsedad intolerable», defendiendo con firmeza la soberanía y el marco legal que rige la principal vía interoceánica del continente americano.
El reclamo de Trump sobre el Canal de Panamá: ¿retórica electoral o presión geopolítica?
Foto: REUTERS
La controversia surgió tras un comunicado del Departamento de Estado de EE.UU., en el que se afirmaba que Panamá habría aceptado eximir del pago de peajes a los buques estadounidenses. El mensaje, amplificado por Trump y su equipo en redes sociales, sugería que la medida generaría «millones de dólares» en ahorros para la economía estadounidense y se enmarcaba en la narrativa de “recuperar” el Canal, una retórica recurrente en la política exterior trumpista.
El trasfondo de esta postura es doble: por un lado, apelar al nacionalismo estadounidense recordando la construcción del Canal por EE.UU. a inicios del siglo XX; por otro, ejercer presión sobre Panamá en un contexto de creciente inquietud por la influencia china en la región y la administración de los puertos aledaños al Canal de Panamá.
Mulino rechaza la «falsedad» de Trump sobre el Canal de Panamá
El presidente de Panamá José Raúl Mulino /REUTERS
Mulino reaccionó de inmediato y con contundencia. En conferencia de prensa y a través de sus redes sociales, desmintió categóricamente cualquier acuerdo para exonerar a los buques estadounidenses del pago de peajes.
“Me sorprende muchísimo el comunicado del Departamento de Estado de EE.UU. porque están haciendo comunicados importantes (…) en función de una falsedad, y eso es intolerable, simple y sencillamente intolerable”, afirmó el mandatario panameño.
El presidente fue enfático al señalar que ni él ni ningún funcionario del Ejecutivo panameño tiene la potestad legal para modificar, eliminar o exonerar el pago de peajes en el Canal.
“Mi cargo no me da la potestad de controlar los peajes del canal”, subrayó Mulino, recordando que la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) es un ente autónomo y que la ley prohíbe expresamente cualquier exoneración, sin distinción de bandera o nacionalidad.
Además, Mulino minimizó el impacto económico del peaje para EE.UU., aclarando que los costos anuales para las embarcaciones estadounidenses rondan los seis o siete millones de dólares, una suma que, según sus palabras, “no está quebrando la economía de Estados Unidos”. El presidente panameño también instruyó a sus embajadores a desmentir la información en todos los foros internacionales, calificando la situación como “para nada agradable”.
El marco legal: Tratado de Neutralidad y Ley Orgánica del Canal de Panamá
Captura de pantalla
La posición de Mulino está respaldada por un sólido andamiaje jurídico. El Tratado de Neutralidad Permanente del Canal de Panamá, firmado en 1977, establece que la vía debe estar abierta al tránsito de naves de todas las naciones “en términos de entera igualdad”, prohibiendo cualquier discriminación en condiciones o costos de tránsito. El artículo II del tratado es claro: el pago de peajes es obligatorio para todas las embarcaciones, sin excepción, y su monto debe ser justo, razonable y equitativo.
Por su parte, la Ley Orgánica de la Autoridad del Canal de Panamá (Ley 19 de 1997) y su reglamento para la fijación de peajes refuerzan esta disposición.
El artículo 76 de la ley estipula que “ni el Gobierno ni la Autoridad podrán exonerar del pago de peajes, derechos o tasas, por la prestación de servicios en el canal”. La Junta Directiva de la ACP, integrada por 11 miembros, es la única entidad facultada para fijar tarifas, tras un proceso técnico y transparente que incluye audiencias públicas y análisis de costos operativos.
El método de cálculo de los peajes es técnico y objetivo: se basa en la categoría, tamaño y capacidad del buque, así como en los servicios adicionales requeridos durante el tránsito. No existe, por tanto, margen para decisiones arbitrarias o discriminatorias, ni siquiera por parte del presidente panameño.
El Canal de Panamá, un símbolo nacional que Panamá no cederá
Canal de Panamá/REUTERS Enea Lebrun
El episodio revela mucho más que una simple disputa tarifaria. Es, en esencia, una reafirmación de la soberanía panameña sobre el Canal, un símbolo nacional cuya administración autónoma es fruto de décadas de lucha diplomática y política.
Mulino lo dejó claro al afirmar que rechaza
“a nombre de Panamá y de todos los panameños esta nueva afrenta a la verdad y a nuestra dignidad como Nación”.
La ACP, por su parte, ha reiterado su disposición al diálogo con las autoridades estadounidenses, pero siempre dentro del marco legal vigente y sin ceder a presiones externas. El mensaje es inequívoco: el Canal de Panamá es y seguirá siendo neutral, eficiente y soberano, abierto a todas las naciones bajo reglas claras y transparentes.
En un mundo donde la geopolítica y los intereses económicos se entrecruzan cada vez más, la firmeza de Panamá ante las exigencias de Trump es un recordatorio de que la dignidad y la legalidad pueden prevalecer incluso frente a las potencias más influyentes.
El Canal de Panamá, como arteria vital del comercio global, seguirá siendo un ejemplo de administración autónoma y respeto al derecho internacional.