El presidente Donald J. Trump ha dado a conocer este martes la “Cúpula Dorada”, un ambicioso proyecto de defensa que busca revolucionar la seguridad nacional de EE. UU. y marcar un antes y un después en la protección frente a amenazas militares avanzadas. Inspirado en la reconocida “Cúpula de Hierro” israelí y en la Iniciativa de Defensa Estratégica (“Star Wars”) de Ronald Reagan, el plan contempla la creación de un escudo antimisiles de cobertura nacional capaz de interceptar misiles hipersónicos, balísticos y ataques desde el espacio.
Cúpula Dorada: Un escudo de vanguardia para EE. UU.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth,, brinda detalles del escudo antimisiles Golden Dome. Foto: EFE
La “Cúpula Dorada” es presentada por Trump como el sistema de defensa más avanzado jamás diseñado, integrando tecnologías de última generación en tierra, mar y, por primera vez en la historia de EE. UU., en el espacio. El objetivo es que el sistema sea capaz de detectar y neutralizar amenazas en todas las fases de un ataque, desde el lanzamiento hasta el impacto, incluyendo misiles lanzados desde cualquier parte del mundo o desde órbita.
Trump, acompañado por el secretario de Defensa Pete Hegseth y el general Michael Guetlein, vicejefe de operaciones espaciales, subrayó la urgencia de la iniciativa ante el rápido avance de las capacidades militares de países como Rusia y China. “Vivimos en un mundo maligno. Esto contribuirá enormemente a la preservación de este gran país”, afirmó el mandatario.
Cúpula Dorada: Inversión histórica y liderazgo tecnológico

FILE – President Donald Trump, from right, speaks as as Secretary of State Marco Rubio and Secretary of Defense Pete Hegseth listen during a bilateral luncheon in the Cabinet Room of the White House, April 24, 2025, in Washington. (AP Photo/Mark Schiefelbein, File)
El proyecto de defensa “Cúpula Dorada” contempla una inversión inicial de 25.000 millones de dólares, con un presupuesto total estimado en 175.000 millones de dólares, aunque expertos advierten que el costo final podría superar los 500.000 millones a lo largo de dos décadas.
Trump ha solicitado al Congreso la aprobación de los fondos iniciales, asegurando que el sistema estará “plenamente operativo antes de que finalice mi mandato”, es decir, hacia 2029.
La Fuerza Espacial de EE. UU. liderará la iniciativa, con la colaboración de gigantes tecnológicos y de defensa como SpaceX, Lockheed Martin y Palantir. El general Guetlein ha sido designado como responsable del proyecto, destacando la importancia de integrar la “Cúpula Dorada” con los sistemas defensivos ya existentes en el país.
Apoyo internacional y visión estratégica sobre la Cúpula Dorada
Uno de los anuncios más llamativos fue el interés de Canadá en sumarse al proyecto. Trump confirmó que el gobierno canadiense ha iniciado conversaciones para participar y contribuir económicamente a la “Cúpula Dorada”, lo que podría abrir la puerta a una cooperación de defensa continental.
Reacciones encontradas sobre la Cúpula Dorada: ¿apuesta estratégica o riesgo desmedido?
El anuncio ha generado reacciones mixtas en el ámbito político y militar. Los defensores del proyecto lo consideran una inversión generacional esencial para la seguridad de EE. UU., especialmente ante el desarrollo de misiles hipersónicos y armas avanzadas por parte de potencias rivales. “La Cúpula Dorada para América es un cambio de juego”, afirmó el secretario de Defensa Hegseth, resaltando la necesidad de mantener la supremacía tecnológica y militar.
Sin embargo, los críticos advierten sobre el elevado costo, la complejidad técnica y la falta de detalles sobre la ejecución y el cronograma realista del proyecto. Algunos expertos recuerdan el precedente de la “Guerra de las Galaxias” de Reagan, que fue finalmente cancelado por su inviabilidad y sobrecostos.
Además, se han planteado dudas sobre los posibles conflictos de intereses en la adjudicación de contratos y la transparencia en la gestión de los recursos.
Un futuro incierto pero ambicioso

Ilustración realizada por LISA News
La “Cúpula Dorada” representa, sin duda, un proyecto de defensa sin precedentes en la historia de EE. UU. Si logra concretarse, podría transformar la arquitectura de seguridad nacional y redefinir el equilibrio estratégico global. Pero el reto es mayúsculo: requerirá innovación tecnológica, consenso político y una inversión sostenida durante décadas.
¿Será la “Cúpula Dorada” el escudo que garantice la seguridad de EE. UU. en el siglo XXI o una apuesta arriesgada que desafiará los límites de la tecnología y la política?
El tiempo y la capacidad de ejecución del gobierno y la industria determinarán si este proyecto de defensa se convierte en realidad o queda como una promesa más en la historia de la seguridad estadounidense.