¿Se va la patana turca? Gobierno cubano niega su salida, pero la transparencia brilla por su ausencia

Imagen: 14ymedio
La aparición de un buque de gran calado en la bahía de La Habana ha generado una ola de rumores y especulaciones sobre la posible salida de la central eléctrica flotante turca, conocida popularmente como “patana”, que desde hace meses es una de las principales fuentes de generación de energía en la capital cubana. Ante la preocupación ciudadana por el destino de este recurso clave, el gobierno cubano ha salido al paso para desmentir la información.
Según un comunicado oficial de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE), la presencia del buque en la bahía responde únicamente a operaciones logísticas de la empresa turca Karadeniz Holding, propietaria de la patana. “Es falsa la información sobre la retirada de la Patana Turca en La Habana. El arribo del buque es parte de la compañía y llega a su base logística en la capital”, aseguró la entidad en su mensaje oficial.
CONFIRMADO… Esta publicación es TOTALMENTE FALSA. Al contrario, ese Buque es parte de la Compañía y llega a su base logística en La Habana.
Imagen: Facebook Bernardo Espinosa
El periodista oficialista Bernardo Espinosa también respaldó esta versión, señalando en redes sociales que el buque es parte de la flota de apoyo de la compañía y que su llegada no tiene relación con la salida de la central flotante. “Se trata de una operación interna de la empresa, no de una retirada”, insistió Espinosa.
Sin embargo, la falta de información detallada y la opacidad en torno a los contratos y la situación financiera con la empresa turca han alimentado la incertidumbre entre la población y en algunos medios independientes. En los últimos meses, la reducción de la flota de patanas turcas —de ocho a solo dos en funcionamiento— ha sido motivo de preocupación, y funcionarios del sector energético habían reconocido anteriormente “un riesgo latente” de retiro debido a dificultades financieras, aunque estas declaraciones fueron posteriormente eliminadas de los medios oficiales.
La ciudadanía, habituada a los frecuentes apagones y a la inestabilidad del servicio eléctrico, sigue pendiente de cada movimiento relacionado con las patanas turcas. Mientras tanto, la confianza en las explicaciones oficiales se ve minada por la reiterada falta de transparencia y la ausencia de datos concretos sobre el futuro de estas instalaciones.
En resumen, aunque el gobierno cubano niega la salida de la patana turca de La Habana, la duda persiste entre la población, que exige mayor claridad y acceso a la información sobre un tema que afecta directamente su vida cotidiana.