Acusado de presunta violencia doméstica, lesiones y maltrato a su exesposa, Cándido se cambió el sexo y evadió la cárcel. Aunque parezca una locura, esta historia es real y te daremos más detalles. Cándido estuvo casado por 10 años en el que la pareja tuvo dos hijos, pero esa transformación en su cuerpo le permitió evadir un juicio por el delito de violencia de género en España. Su expareja presentó la denuncia un año después del cambio de sexo, así que el sujeto se había convertido legalmente en mujer tras hacer un cambio de identidad de nombre y sexo.
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Era conocido con el seudónimo ‘el maltratador de Sevilla‘, según reportaba la prensa local, había sido condenado a 18 meses de prisión por maltratos contra otra mujer. Pero con su nueva identidad, el hombre pasó a llamarse Candy, y decidió ampararse en la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos LGTBI*, más conocida como «Ley Trans», aprobada el 16 de febrero de 2023, para cambiar su orientación sexual.
La decisión de no enjuiciar a Candy, que en 2023 fue condenado como Cándido a 15 meses de cárcel por quebrantar la orden de alejamiento sobre su exmujer y por un delito de amenazas contra ella, una sentencia que todavía no ha cumplido, fue tomada por la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla, al alegar que para que un caso pueda señalarse como «violencia de género» y sean juzgados como tal, el hecho debe incluir a un «hombre» como sujeto agresor y a «una mujer» como víctima, además de que «entre ambos exista o haya existido una relación».
Los magistrados de la Audiencia respondieron así a un recurso que introdujo el abogado de la víctima, José Antonio Sires, para intentar revocar un fallo previo del II Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Sevilla, que había decidió inhibirse del caso por «falta de competencia objetiva» debido al conflicto generado por la conversión del denunciado a mujer transgénero, hecho que fue señalado por la exesposa como una «burla» de Cándido a la justicia española. «Se ríe de todos (…) sigue con su vida de hombre», dijo la exesposa.
Según el fallo de la Audiencia de Sevilla, que avala la inhibición del II Juzgado de Violencia sobre la Mujer para remitir el caso a una instancia judicial ordinaria y no especializada, el hombre denunciado ejecutó el cambio legal de «nombre y sexo» el 6 de agosto de 2023, mientras que la denuncia de su exesposa fue presentada sobre «unos hechos ocurridos el día 9 de julio de 2024, cuando ya esta persona era de sexo mujer», con base en lo suscrito por el Registro Civil.
Ante todo esto la sentencia indica que: «Legalmente, a la fecha de los hechos, la persona denunciada era ya una mujer» de igual manera sostiene que ese cambio de sexo en el registro no fue anulado ni ha quedado sin efecto por otro organismo, razón por la que consideran que el caso no puede ser juzgado por tribunales que llevan expedientes de violencia de género.
Cambió el sexo para evadir justicia: el escape de maltratadores
Desde el año 2024 se ha incrementado las noticias de hombres que se cambian de sexo para tratar de eludir condenas de violencia de género. Desde que se aprobara la Ley Trans en 2023, algunos han intentado valerse de la agilidad de este proceso porque, la verdad, un cambio de sexo en España resulta un trámite bastante sencillo y ciertos agresores se están aprovechando.
En este país, para cambiarse de sexo el procedimiento es acudir al Registro Civil con un DNI, el padrón y el certificado de nacimiento. Esto lo puede realizar cualquier persona mayor de 16 años y con nacionalidad española. Así que en un plazo máximo de 4 meses se completa la solicitud. Para ello no ni informes médicos, ni psicológicos.
Esta manera de escape resulta alarmante ante tanta violencia de género, lo que la Ley Trans, parecía darle la posibilidad a quienes de verdad lo deseaban por su preferencia sexual, de momento se ha convertido en la caja de Pandora, de quienes comenten estos actos y no desean cumplir por su violencia de género.
El verdadero problema, sin embargo, surge cuando el maltrato persiste después de la modificación registralo, algo extremamente habitual si se tiene en cuenta que el perfil del maltratador es reincidente. Si un hombre se registra como mujer y después ataca a su pareja o ex, será considerado mujer ante la ley, por tanto, no se le aplicarían las condenas previstas en los casos de violencia de género, sino las de violencia doméstica, destaca el rotativo 20 Minutos.
Para la defensa de la víctima, la decisión de la Audiencia es definitiva y no cabe otro recurso ante esa instancia. Sin embargo, el equipo de Sires señaló al mencionado medio español que sólo pueden acudir al Tribunal Constitucional o al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Entre tanto, para Sires, la sentencia de la Audiencia «abre la caja de Pandora para los maltratadores que quieran bordear la ley de violencia de género«, como a su parecer lo ha logrado Candy, quien instauró un «mecanismo torticero» para dilatar todos los procesos judiciales en su contra.
De acuerdo con la denuncia de su exesposa, Candy se habría presentado en la casa de su exesposa y allí la golpeó y la tiró del cabello. Cuando llegó la Policía, le dijo a los agentes que no la podía tocar «porque era mujer».
Por su parte, la defensa de Candy argumenta que se ha «sentido mujer» desde siempre y que el «único error» cometido en su vida fue «crecer en una sociedad en la que ha estado cohibida durante mucho tiempo, sin poder expresar su verdadera condición sexual».
«El día que se aprobó la Ley Trans vio la luz al final del camino y a los 15 días fue al Registro Civil. Ella sólo hizo realidad su deseo de convertirse en mujer y la ley por primera vez la amparó. No ha realizado este paso tan importante simplemente por librarse de la cárcel», dijo su abogado citado por el mismo diario.