Alerta en Rusia: cuatro casos de NB 1.8.1
Ana Popova, jefa de la oficina rusa de protección al consumidor, Rospotrebnadzor, ha puesto a las autoridades sanitarias en alerta tras confirmar la detección en Rusia de cuatro casos de contagio con la nueva genovariante del coronavirus, denominada NB 1.8.1.
Según Popova, la variante fue identificada inicialmente en enero de este año en China y, desde entonces, se ha extendido a otros países de Asia, la India y Estados Unidos.
La experta subrayó que, aunque el número de casos en Rusia es bajo, la aparición de una nueva cepa siempre debe motivar una actitud de vigilancia.
“La situación actual debería provocar un estado de alerta”, afirmó Popova, aunque aclaró que, hasta el momento, el curso de la enfermedad en los cuatro pacientes rusos y en los casos detectados en otros países no ha sido grave.
Síntomas y gravedad del nueva genovariante del coronavirus NB 1.8.1:

Rusia detecta nueva genovariante del coronavirus NB 1.8.1
La sintomatología asociada a la genovariante NB 1.8.1 no difiere significativamente de la de otras subvariantes recientes del virus SARS-CoV-2. Los síntomas más comunes incluyen fiebre, tos, fatiga, dolor de garganta y congestión nasal.
Hasta ahora, no hay evidencia científica de que esta variante cause una enfermedad más severa que las anteriores, aunque sí podría ser más contagiosa debido a su capacidad para unirse con mayor facilidad a las células humanas.
En Rusia, los cuatro casos identificados han sido considerados leves, sin complicaciones graves ni necesidad de hospitalización.
“Es un curso normal y corriente, como en el caso de otras genovariantes de la ómicron. Todos nuestros sistemas de test ya lo detectan y no lo dejarán pasar”, aseguró la jefa de Rospotrebnadzor.
Proceder médico y medidas de prevención ante la nueva genovariante del coronavirus NB 1.8.1
Ante la aparición de una nueva variante, el protocolo médico en Rusia y otros países incluye el aislamiento de los pacientes positivos, el monitoreo de síntomas y el seguimiento de contactos estrechos.
Los sistemas de vigilancia genómica están activados para detectar rápidamente cualquier aumento en la circulación de la variante.
Las recomendaciones para la población son similares a las de oleadas anteriores: vacunarse y recibir dosis de refuerzo, usar mascarillas en espacios cerrados o concurridos, mantener una buena higiene de manos y evitar el contacto con personas enfermas.
Si se presentan síntomas, se recomienda permanecer en casa y consultar a un médico, especialmente en caso de dificultad respiratoria, dolor en el pecho o fiebre alta.
Respuesta internacional y opinión de organizaciones sobre la nueva genovariante del coronavirus NB 1.8.1
Organismos internacionales como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han confirmado la presencia de la variante NB 1.8.1 en varios países, aunque aún no se ha alcanzado un umbral de prevalencia que justifique su inclusión en los paneles principales de vigilancia.
La OMS ha señalado que, aunque NB 1.8.1 no ha sido evaluada individualmente, su comportamiento clínico es similar al de otras subvariantes de JN.1, con un riesgo adicional para la salud pública considerado bajo. Las vacunas actuales siguen siendo efectivas para reducir la enfermedad sintomática y grave causada por este sublinaje.
Por su parte, la FDA y otros reguladores están evaluando la reformulación de las vacunas de refuerzo para que respondan mejor a los sublinajes dominantes, como LP.8.1 y NB 1.8.1.
Los datos preliminares sugieren que las fórmulas más recientes de Moderna y Pfizer podrían ofrecer protección cruzada contra estas nuevas cepas.
Preparación global: nuevo acuerdo de la ONU sobre pandemias
En un contexto de preocupación global por el surgimiento de nuevas variantes, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha aprobado recientemente un acuerdo que establece cómo deben proceder los países ante una posible próxima pandemia.
El texto, aprobado por los Estados Miembros de la OMS, busca fortalecer la cooperación internacional, la vigilancia epidemiológica y el acceso equitativo a vacunas y tratamientos.
Este acuerdo es una respuesta a las lecciones aprendidas durante la pandemia de COVID-19 y pretende evitar que futuros brotes se conviertan en crisis sanitarias globales.
Entre los principales retos identificados se encuentran las limitaciones de recursos en países de ingresos bajos y medios, la falta de normas armonizadas y la necesidad de personal capacitado para la gestión de riesgos biológicos.
Reflexión final: ¿Debemos preocuparnos?
La detección de la nueva genovariante del coronavirus en Rusia y otros países es un recordatorio de que el virus sigue evolucionando y que la vigilancia epidemiológica es fundamental. Sin embargo, la experiencia acumulada y las herramientas disponibles permiten afrontar estos desafíos con mayor eficacia que en los primeros años de la pandemia.
Ana Popova y otros expertos coinciden en que, aunque la situación amerita atención, no hay motivos para el pánico. El mensaje clave es claro: mantener las medidas de prevención, estar atentos a las recomendaciones de las autoridades sanitarias y seguir confiando en la ciencia y la cooperación internacional para proteger la salud pública.