La risoterapia es mucho más que un simple momento de diversión para los niños con cáncer; es una herramienta terapéutica con beneficios científicos comprobados que puede transformar su experiencia durante el tratamiento.
La risoterapia: El poder curativo de la diversión para los pequeños guerreros

El Universal
La risoterapia, o terapia de la risa, se ha convertido en un complemento fundamental para mejorar la calidad de vida de estos pequeños guerreros, ayudándolos a enfrentar la enfermedad con más ánimo, menos dolor y menos ansiedad.
Desde el punto de vista científico, la risa activa la liberación de endorfinas, que son sustancias naturales del cuerpo que actúan como analgésicos y elevan el estado de ánimo. Esto es especialmente valioso para los niños que atraviesan tratamientos agresivos como la quimioterapia o la radioterapia, que suelen causar dolor, náuseas y malestar general.
Además, la risa contribuye a reducir la presión arterial, fortalecer el sistema inmunológico y aumentar el apetito, aspectos cruciales para que los pequeños mantengan fuerzas y mejoren su recuperación.
Qué tipo de humor se utiliza en la risoterapia para niños oncológicos

Fundación Hospital Los Ángeles
En la risoterapia dirigida a niños oncológicos, se utiliza un tipo de humor cuidadosamente adaptado a sus necesidades emocionales y físicas. Este humor es principalmente lúdico, inocente y positivo, diseñado para generar alegría sin causar estrés ni incomodidad. Se basa en recursos como juegos, chistes simples y adecuados para su edad, caricaturas, música, cuentos divertidos, expresiones corporales exageradas, bailes y ejercicios de respiración que fomentan la relajación y la liberación de tensiones.
Una de las formas más comunes y efectivas de humor empleadas en estos contextos es el humor clown o payaso hospitalario. Los clowns utilizan narices rojas, panderetas, disfraces coloridos y actitudes cómicas para crear un ambiente de diversión y distracción en el hospital, ayudando a los niños a olvidar momentáneamente el dolor y la ansiedad asociados al tratamiento. Este tipo de humor es visual, expresivo y muy interactivo, lo que facilita la conexión emocional con los niños y mejora su disposición para afrontar la enfermedad.
El humor utilizado evita temas que puedan ser sensibles o generar miedo, y se enfoca en provocar sonrisas genuinas y carcajadas espontáneas, promoviendo un estado de bienestar emocional. Además, la risa generada por este humor libera endorfinas, reduce la percepción del dolor, disminuye la ansiedad y mejora la calidad del sueño, contribuyendo a una mejor adaptación psicológica de los niños durante su hospitalización.
Los sorprendentes beneficios de la risoterapia en pacientes pediátricos con cáncer

El Universal
Un estudio realizado en Cali, Colombia, con seis niños entre 8 y 12 años diagnosticados con cáncer mostró que el 83% presentaba problemas emocionales como miedo, tristeza y pánico debido a la enfermedad. Tras participar en tres talleres de risoterapia, los niños evidenciaron una mejora significativa en sus niveles de depresión, autoestima y estado de ánimo. La terapia utilizó recursos como chistes, juegos, música y ejercicios de respiración para liberar tensiones físicas y emocionales, facilitando la expresión de sentimientos y mejorando la comunicación con su entorno.
En Bogotá, otro ejemplo concreto se dio con dos niñas con cáncer que participaron en sesiones de risoterapia evaluadas mediante cuestionarios y entrevistas. Los resultados mostraron mejoras claras en la calidad de vida, el bienestar emocional y la percepción de salud física después de la intervención. Esto no solo alivia el sufrimiento psicológico, sino que también potencia la tolerancia al dolor, gracias a la activación del sistema analgésico natural del cuerpo.
La risoterapia también ayuda a disminuir la ansiedad, la timidez y la carga emocional, favorece el sueño y mejora la adaptación psicológica al entorno hospitalario. Estos beneficios son fundamentales para que los niños puedan afrontar con mayor resiliencia y optimismo una enfermedad que, además de afectar su cuerpo, pone a prueba su fortaleza emocional y la de sus familias.
Lo mejor de esta terapia es que es sencilla, económica, segura y sin efectos secundarios, con sesiones que duran entre 30 y 40 minutos y que pueden aplicarse en hospitales o fundaciones. La risa genuina, esa que sale del corazón y contagia, se convierte en un bálsamo que ayuda a los niños a encontrar momentos de alegría y esperanza en medio de la adversidad.
Los principales beneficios de la risoterapia para los niños pacientes oncológicos son:
- Activación de la liberación de endorfinas, lo que ayuda a aliviar el dolor y elevar el estado de ánimo
- Reducción de la presión arterial, fortalecimiento del sistema inmunológico y aumento del apetito, aspectos cruciales para la recuperación
- Disminución de la ansiedad, la timidez y la carga emocional, favoreciendo el sueño y la adaptación psicológica al entorno hospitalario
- Mejora significativa en los niveles de depresión, autoestima y estado de ánimo de los niños
- Fomento de la resiliencia y el optimismo para afrontar la enfermedad
En resumen, la risoterapia se convierte en un aliado poderoso que mejora el bienestar físico y emocional de los niños con cáncer, fortaleciendo su autoestima y dándoles herramientas para enfrentar la adversidad con mayor valentía.