Protesta en Boyeros: madres reclaman atención para hijos con enfermedades graves
Imagen: TV Martí
Un grupo de madres cubanas volvió a reunirse esta semana en la Asamblea Municipal de Boyeros, La Habana, para exigir respuestas concretas a demandas presentadas hace más de dos meses sobre la falta de recursos básicos y asistencia para sus hijos con enfermedades graves. La información fue reportada por TV Martí, medio que ha seguido de cerca la situación de estas familias.
Las madres, muchas de ellas en situaciones de extrema vulnerabilidad, aseguran que tras meses de gestiones y promesas incumplidas, solo han recibido nuevos plazos y excusas, sin soluciones reales a la vista. Felipa Hortensia Arencibia, una de las madres afectadas, relató a TV Martí que vive junto a sus cinco hijos en un pequeño apartamento de dos habitaciones. Su hijo menor, de apenas siete años, es ciego, mudo y tiene discapacidad motriz. “Fuimos al gobierno provincial, presentamos la situación de nosotras y hace más de dos meses estamos esperando respuesta. Ahora vinimos al municipal a buscarlas”, explicó.
Protesta en Boyeros: madres reclaman atención para hijos con enfermedades graves
Imagen: TV Martí
A principios de mayo, cuatro mujeres del municipio Boyeros se presentaron en la sede del Ministerio de Salud Pública y del Gobierno Provincial de La Habana para reclamar el acceso a tratamientos especializados y recursos esenciales para sus hijos, todos con diagnósticos de enfermedades graves. Sin embargo, la respuesta oficial ha sido, hasta ahora, insuficiente o inexistente.
La situación de desnutrición y carencia de alimentos es uno de los reclamos más urgentes. Arencibia denunció que, a pesar de que a su hijo le fue asignada una dieta especial y yogurt probiótico, nunca ha recibido estos productos. “Llevo 25 días esperando por esa dieta, por ese yogurt probiótico. Y la vida de mi hijo depende de ese yogur, de esa alimentación. En la bodega no viene nada, no tengo cómo alimentar a mi hijo”, lamentó.
El caso de Glare Noelvis Valera Madrazo, madre de un niño de 12 años con una rara enfermedad genética llamada gangliosidosis, es similar. Su hijo, desnutrido y sin control de esfínteres, no asiste a la escuela desde segundo grado y tampoco recibe clases en casa. “En el último ingreso de mi hijo en el hospital William Soler no había comida para su dieta, no había pollo ni jugos ni yogurt”, contó Valera.
Yaquelin Valdés, madre de una joven de 20 años con hidrocefalia, enfrenta la falta de pañales, alimentos y hasta una silla de ruedas en condiciones. “No tengo comida, el sillón de ruedas se me ponchó, no tengo leche tampoco”, expresó angustiada.
Dianelis Arozarena Piedras, con una hija de 17 años con microcefalia y epilepsia, vive en un local deteriorado sin baño, agua ni cocina. “He estado yendo de un lado a otro rogando, pidiendo, exigiendo una vivienda digna, pero solo consigo las mismas promesas”, dijo.
Aunque la Constitución cubana reconoce el derecho a la salud y a una vida digna, la realidad para muchas madres es la de la espera interminable y la falta de recursos básicos. Las autoridades, justificando la situación por las limitaciones económicas del país, no han ofrecido soluciones efectivas, dejando a estas familias en una situación de abandono.
Desde 2023, grupos de madres en La Habana, Pinar del Río y Guantánamo se han organizado para exigir atención a sus demandas, pero la falta de respuestas concretas sigue siendo la norma. La historia de estas mujeres es un reflejo de los desafíos cotidianos que enfrentan muchas familias cubanas en la búsqueda de una vida digna para sus hijos enfermos.