La ciencia responde esta duda sobre los bebés
¿Por qué algunos bebés comienzan a caminar tarde? Si tienes un bebé o estás cerca de uno, seguro que te has preguntado alguna vez. Pues bien, la respuesta no es tan sencilla como “porque no quiere” o “porque no está listo”. Un grupo de científicos ha descubierto que la genética juega un papel clave en el momento en que los bebés dan sus primeros pasos, y además, que no hay una única edad “correcta” para empezar a caminar.
El misterio de los primeros pasos: ¿por qué algunos bebés tardan más en caminar?

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Para empezar, hay que saber que lo normal es que los bebés comiencen a caminar entre los 8 y los 24 meses. Sí, ¡un rango bastante amplio! Así que si tu bebé todavía no camina a los 12 meses, no significa que haya algo malo, ni que no se esté desarrollando bien.
De hecho, un estudio reciente que analizó la genética de más de 70,000 bebés encontró que aproximadamente una cuarta parte de la diferencia en el momento de empezar a caminar se debe a los genes.
Esto quiere decir que la genética tiene un papel importante en el desarrollo del cerebro y en la maduración funcional que permite a los bebés ponerse de pie y dar esos primeros pasos tambaleantes. Por ejemplo, algunos bebés tienen una “programación” genética que hace que su sistema nervioso y motor madure un poco más lento, pero eso no significa que estén atrasados o que algo vaya mal.
¿En los bebés caminar tarde es malo? Para nada, puede ser todo lo contrario
Un dato curioso que salió a la luz con esta investigación es que los bebés que caminan un poco más tarde, pero dentro del rango típico, podrían tener ventajas genéticas. Resulta que caminar más tarde está asociado con un menor riesgo de padecer trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y con mejores resultados académicos en la vida adulta.
Así que, si tu bebé está tomando su tiempo para caminar, puede que esté desarrollando su cerebro de una manera diferente, no peor ni mejor, simplemente diferente. Esto desmonta el mito de que “caminar tarde” es sinónimo de problemas de desarrollo.
¿Y por qué de bebés tardamos tanto en caminar en comparación con otros animales?

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Aquí viene otro dato que sorprende: los humanos tardamos más en empezar a caminar que la mayoría de los mamíferos, pero no porque nuestro cerebro sea “más complicado” o porque caminar en dos patas sea más difícil. Un estudio de la Universidad de Lund en Suecia comparó el desarrollo cerebral de humanos con el de otros mamíferos, desde ratones hasta elefantes, y concluyó que el tiempo que tardamos en caminar es proporcional al tamaño y la cantidad de células en nuestro cerebro.
En pocas palabras, nacemos con un cerebro menos maduro porque no le dio tiempo a desarrollarse completamente durante el embarazo. Por eso, nuestro sistema nervioso tarda más en estar listo para que podamos caminar. Pero la forma en que se desarrolla la capacidad para caminar es muy parecida en todos los mamíferos.
¿Qué otros factores influyen en cuándo camina un bebé?

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Además de la genética, hay otros elementos que pueden influir en el momento en que un bebé empieza a caminar:
– La edad gestacional: los bebés prematuros pueden tardar un poco más en alcanzar este hito.
– La nutrición: una buena alimentación ayuda al desarrollo muscular y cerebral.
– El contexto cultural: en algunas culturas se estimula más temprano la marcha y en otras se permite que el bebé tome su tiempo.
– La personalidad del bebé: algunos son más tranquilos y prefieren gatear o explorar antes de caminar.
Consejos para los papás y mamás
Si tu bebé aún no camina, no te desesperes ni te compares con otros niños. Cada niño tiene su propio ritmo y, en muchos casos, la genética es la que marca la pauta. Lo importante es que el bebé esté sano, activo y recibiendo estímulos adecuados para su desarrollo.
Recuerda que si un bebé no camina después de los 18 meses, sí es recomendable consultar con un pediatra para descartar posibles problemas neurológicos o del desarrollo. Pero si está dentro del rango normal, lo mejor es disfrutar cada etapa y celebrar cada pequeño logro, desde el primer intento de ponerse de pie hasta esos primeros pasos tambaleantes que tanto nos emocionan.
En resumen, la ciencia nos dice que el momento en que un bebé empieza a caminar no es solo cuestión de paciencia o estímulo, sino que está fuertemente influenciado por su genética y el desarrollo cerebral. Así que la próxima vez que veas a un bebé dando sus primeros pasos, recuerda que detrás de ese momento tan especial hay un complejo proceso biológico que cada niño vive a su manera.