OPS alerta que la crisis en Cuba frena la lucha contra el dengue y la chikungunya.

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La crisis económica por la que atraviesa Cuba está afectando gravemente la capacidad del sistema de salud para contener el reciente brote de arbovirosis principalmente chikungunya y dengue, según el medio independiente Cubita Now esto lo alertó la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Según datos recientes, la isla reporta decenas de miles de contagios de chikungunya durante 2025: cifras oficiales indican más de 40,000 casos hasta principios de diciembre. A ello se suma un número significativo de infecciones por dengue, lo que ha convertido la situación sanitaria en una emergencia múltiple.
Sin embargo, advierte la OPS, la capacidad de respuesta del país está severamente limitada. El representante de la organización en Cuba, Mario Cruz, señaló a la agencia EFE que la “escasez de recursos derivada de la crisis económica” impide implementar en escala los controles vectoriales, la fumigación, el diagnóstico y la atención médica que exige una epidemia de esta magnitud.
Cruz recordó que para combatir eficientemente estas enfermedades se requieren insumos constantes insecticidas, reactivos, medicamentos, así como un sistema de atención médica que funcione de forma sostenida. “Aunque Cuba tiene capacidades técnicas y profesionales, la insuficiencia de medios limita gravemente la respuesta”, admitió.
Consecuencias: hospitales saturados, desabastecimiento y desprotección ciudadana

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La falta de recursos ha generado un colapso de facto en varios frentes:
Control vectorial debilitado: La escasez de combustible, insecticidas y fallas en la infraestructura de saneamiento han impedido fumigaciones regulares. Esto, sumado a malas condiciones sanitarias, ha aumentado la proliferación del mosquito transmisor del Aedes aegypti.
Diagnóstico deficiente: Muchos centros sanitarios carecen de reactivos suficientes para confirmar arbovirosis. Esto obliga a diagnosticar casos como “síndrome febril inespecífico”, lo que reduce la precisión epidemiológica y retrasa tratamientos adecuados.
Falta de medicamentos y recursos para tratamiento: La escasez en las farmacias reportada desde hace meses ha dificultado la recuperación de los pacientes, especialmente aquellos con complicaciones, y ha recrudecido la crisis sanitaria.

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Incremento de muertes y hospitalizaciones: Según la OPS, ya se han registrado decenas de muertes asociadas a arbovirosis en 2025, muchas de ellas en menores de edad.
Ante este panorama, la OPS insiste en que la respuesta a la crisis requiere urgentemente apoyo externo: insumos médicos, recursos para fumigación, reactivos de diagnóstico y fortalecimiento del sistema de salud.
A su vez, organizaciones internacionales y centros de salud han señalado la necesidad de que las autoridades cubanas implementen con transparencia medidas de control vectorial sostenidas, campañas de prevención comunitarias, y faciliten el acceso a atención médica y tratamiento a los afectados.
El brote actual tiene implicaciones profundas para la salud colectiva, pero también para la economía y la estabilidad social. La alta incidencia de enfermedades imposibilita que muchas personas trabajen o estudien, incrementa la demanda en hospitales ya saturados y genera temor entre la población.
Organismos internacionales como la Pan American Health Organization (OPS) advierten que, sin una respuesta coordinada, el riesgo de nuevos brotes permanece alto, especialmente con los cambios climáticos, las lluvias y las deficiencias en vivienda y saneamiento.
