Operativo antidrogas en Guantánamo: incautan kilos de marihuana y arrestan a implicados

Imagen: Facebook Guantánamo y sus Verdad
Un operativo antidrogas en Guantánamo vuelve a poner sobre la mesa la compleja realidad del tráfico y consumo de sustancias ilícitas en Cuba, más allá de los comunicados oficiales y los hashtags de campaña.
La noticia de un reciente operativo conjunto, encabezado por fuerzas del Ministerio del Interior en el municipio de Guantánamo, ha generado revuelo entre los vecinos y reabre el debate sobre la eficacia y los límites de la lucha antidrogas en la isla. Según publicación del perfil de Facebook Guantánamo y su Verdad, la intervención incluyó el registro de dos viviendas en la calle 2 oeste, donde se incautaron varias libras de picadura de marihuana y numerosos envoltorios listos para su distribución.

Imagen: Facebook Guantánamo y su verdad
Sin embargo, lo que más llamó la atención de los presentes no fue solo el volumen de droga ocupada, sino la desesperación con la que una de las implicadas, hermana del principal sospechoso, intentó destruir pruebas arrojando parte de la sustancia a la taza sanitaria y al corral de cerdos. El intento, descrito por testigos como “teatral y frenético”, terminó en vano: ambos terminaron bajo investigación penal.
El principal acusado, reincidente en este tipo de delitos, había salido recientemente de prisión tras cumplir condena por tráfico y tenencia de drogas. Este dato, lejos de ser anecdótico, evidencia la dificultad de erradicar el fenómeno solo con castigos ejemplarizantes. La reincidencia apunta a un problema más profundo: la falta de alternativas económicas y sociales, la persistencia de redes de distribución y la demanda creciente, sobre todo entre jóvenes.
Operativo antidrogas en Guantánamo. La otra cara de la lucha antidrogas



Mientras los medios oficiales insisten en la “tolerancia cero” y la colaboración ciudadana como pilares de la batalla contra las drogas, en las calles de Guantánamo muchos se preguntan si estas acciones puntuales logran realmente frenar el fenómeno o si solo rascan la superficie de una problemática más amplia.
Vecinos consultados expresan preocupación por la estigmatización de barrios enteros y la ausencia de programas efectivos de prevención y reinserción social. “Aquí lo que falta es trabajo y oportunidades, no más patrullas”, comenta un residente que prefiere no dar su nombre.
Un fenómeno que no se resuelve solo con fuerza
El caso ilustra la tensión entre la narrativa oficialista de “guerra sin cuartel” y la realidad cotidiana de comunidades que, a menudo, quedan atrapadas entre el miedo, la necesidad y la falta de opciones. La colaboración ciudadana, celebrada por las autoridades, suele ser también una respuesta a la desesperanza y la desconfianza en que las cosas puedan cambiar por vías menos traumáticas.
En definitiva, el reciente operativo en Guantánamo es solo un episodio más en una historia que exige respuestas más integrales: menos consignas y más soluciones estructurales, menos represión y más oportunidades para quienes, por falta de alternativas, terminan cayendo en el ciclo del tráfico y el consumo de drogas.