Nuevo plan económico del gobierno cubano ¿Corrección de errores o repetición de fracasos?
Imagen: Periódico 26 de Julio de Las Tunas)
Una vez más, titulares oficiales celebran la visita de Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional y del Consejo de Estado, a la provincia de Las Tunas. Una vez más, se constata la “implementación del Programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía”. Y una vez más, se revisan los “planes de medidas” derivados de la rendición de cuentas. Pero la pregunta que muchos cubanos se hacen es: ¿hasta cuándo vamos a vivir de consignas, rectificaciones y promesas que nunca se cumplen?
El Presidente de la Asamblea Nacional Cuba y del Consejo de Estado, Esteban Lazo Hernández, intercambió en #LasTunas con las máximas autoridades políticas y gubernamentales de la provincia. Durante el encuentro, constató la implementación del Programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía en los municipios y la provincia, así como el estado de cumplimiento del plan de medidas derivado de la rendición de cuenta del Gobierno Provincial del Poder Popular Las Tunas ante la Asamblea Nacional. (Periódico 26 de Julio de Las Tunas)
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Nuevo plan económico del gobierno cubano. El eterno ciclo de rectificaciones
En las últimas dos décadas, el gobierno cubano ha lanzado una y otra vez políticas y programas que prometen corregir errores y reimpulsar la economía, pero los resultados siguen siendo decepcionantes. Por ejemplo, bajo el mandato de Raúl Castro se impulsó la llamada “Actualización del Modelo Económico” (2011), que prometía modernizar el socialismo cubano. Esta reforma incluyó la entrega de tierras en usufructo a particulares para aumentar la producción agrícola, la expansión limitada del trabajo por cuenta propia y la creación de cooperativas no agropecuarias. Sin embargo, la burocracia y el control estatal han limitado severamente el impacto de estas medidas.
Más recientemente, la “Tarea Ordenamiento” (2021) se presentó como la gran apuesta para estabilizar la economía cubana: unificó las monedas, eliminó subsidios y aumentó los salarios estatales. Pero lejos de solucionar los problemas, esta política generó una inflación descontrolada, devaluación del peso, caída del consumo y un aumento de la desigualdad social. El propio gobierno ha tenido que admitir que la inflación acumulada entre 2019 y 2023 superó el 160%, mientras el consumo de los hogares cayó y los servicios públicos esenciales, como la salud y la educación, se han deteriorado notablemente.
Otra medida reciente fue la apertura de tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC), donde solo se puede comprar con divisas extranjeras. Esta decisión, lejos de aliviar la crisis, profundizó la brecha entre quienes tienen acceso a divisas y quienes solo disponen de pesos cubanos, generando más descontento y desigualdad.
En 2024, el gobierno lanzó un nuevo paquete de ajustes bajo el lema de “economía de guerra”, eliminando subsidios históricos como el de la gasolina (cuyo precio subió más del 500%) e incrementando las tarifas eléctricas para los grandes consumidores. Estas medidas han agravado la inflación y el malestar social, mientras el discurso oficial sigue culpando al embargo estadounidense de todos los males, sin asumir la responsabilidad por las políticas internas fallidas.
Nuevo plan económico del gobierno cubano. Políticas que no llegan a nada
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El problema de fondo es que las políticas anunciadas rara vez se traducen en cambios reales y sostenibles. La burocracia, la falta de autonomía para los municipios y empresas, y la ausencia de incentivos reales para la producción y la innovación, hacen que cada “plan de medidas” se quede en el papel. Mientras tanto, la vida cotidiana del cubano común se vuelve más difícil, los salarios no alcanzan, y la emigración sigue creciendo.
Las visitas de altos funcionarios, los encuentros con “las máximas autoridades políticas y gubernamentales”, y las consignas como #PorLasTunasLaVictoria, se repiten una y otra vez. Pero la realidad en las calles es otra: colas interminables, desabastecimiento, apagones y desesperanza.
Nuevo plan económico del gobierno cubano ¿Hasta Cuándo?
La pregunta es inevitable: ¿hasta cuándo el gobierno cubano va a vivir de consignas y políticas que no llegan a nada? ¿Cuántas veces más se va a anunciar la corrección de errores, la reimpulsión de la economía, la implementación de nuevos programas que no resuelven los problemas estructurales del país?
La historia reciente demuestra que no basta con cambiar el discurso o presentar nuevas medidas si no se abordan las causas profundas del fracaso económico: la falta de libertades económicas, el control excesivo del Estado, la ausencia de transparencia y la resistencia a reformas verdaderamente profundas.
Mientras no se produzca un cambio real en la manera de gobernar y en el modelo económico, seguiremos asistiendo a la eterna rectificación de la rectificación, mientras la vida de los cubanos empeora y las promesas oficiales se quedan, una vez más, en meras palabras vacías.