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Murió salvando animales… pero su hija quiere morir de tristeza

El grito desesperado de la familia de Yeni, fundadora de BAC-Habana.

by Alex
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“Murió salvando animales… pero su hija quiere morir de tristeza”: El grito desesperado de la familia de Yeni, fundadora de BAC-Habana

Fue la primera en llegar a un rescate. La última en marcharse. Dedicó su vida a salvar a los que no podían hablar… y hoy, su hija de 12 años ya no quiere hablar más.

Murió salvando animales

Murió salvando animales… pero su hija quiere morir de tristeza / Foto: BAC Habana

La historia de Yenisley Perdomo, conocida con ternura como «Yeni», no es solo la de una rescatista. Es la de una heroína silenciosa que luchó cuerpo a cuerpo contra el abandono, el maltrato y la indiferencia hacia los animales en Cuba. Como una de las fundadoras de BAC-Habana (Bienestar Animal Cuba), su rostro es parte esencial de la historia del activismo animalista cubano.

Yeni no solo fue la mano derecha de Javier Larrea, expresidente de BAC. Fue el motor, la fuerza, la voz firme y dulce que nunca abandonó a un animal, ni siquiera cuando el cáncer tocó su puerta.

Durante cinco años, enfrentó la enfermedad como enfrentaba cada rescate: con coraje. Se le caía el cabello, sufría en silencio tras cada sesión de quimioterapia, pero seguía: rescatando, alimentando, cuidando. Sin pedir nada. Sin rendirse.

Pero el cáncer ganó.

El 15 de septiembre de 2023, Yeni falleció. Tenía una visa humanitaria para tratarse en Estados Unidos, pero llegó tarde. Su madre, Georgina Sao, solo alcanzó a abrazarla por última vez para luego regresar a Palm Beach con las cenizas de su hija, su nieta Gillian de 12 años y dos gatitas que eran parte de la familia.

Murió salvando animales… pero su hija quiere morir de tristeza / Foto: BAC Habana

Y aquí comienza otra tragedia. Más silenciosa. Más invisible. Más urgente.

Georgina y Gillian viven en condiciones extremas. Sin casa propia, sin ingresos estables, en una habitación prestada, sobreviviendo con lo poco que cabe en dos bolsas. Pero lo más duro no es lo material. Es el dolor emocional. Es ver a una niña de 12 años diciendo “no quiero vivir”. Verla cortarse los brazos. Internada dos veces en psiquiatría por depresión severa. Suspendida de la escuela. Con la mirada perdida.

Georgina, con 55 años, también se derrumba. Pero sigue de pie por una sola razón: salvar a su nieta.

Porque Yeni ya no está para salvar vidas. Pero su hija y su madre aún pueden ser salvadas.

¿Cómo ayudar a la familia de Yeni?

Este no es un llamado institucional. Es un llamado humano. Un pedido de auxilio de una familia rota, que necesita algo más que palabras.

  • Donaciones económicas: vía Zelle o PayPal. Cada dólar puede ser una comida, una sesión de terapia o un medicamento.
  • Ropa, alimentos, materiales escolares: para Gillian, que necesita recuperar su rutina, su dignidad, su esperanza.
  • Apoyo profesional: si eres psicólogo, médico, trabajador social… tu ayuda puede salvar.
  • Compartiendo este mensaje: entre tus contactos, en redes, en grupos. Hazlo llegar a quien pueda tender la mano.
  • Un mensaje de aliento: a veces, un “no estás sola” puede ser lo más valioso.

Murió salvando animales… pero su hija quiere morir de tristeza / Foto: BAC Habana

WhatsApp de Georgina Sao: +1 (561) 453-5429
Zelle activo a ese número. También puedes contactar a través de BAC-Habana.

Yeni salvó a cientos de animales. ¿Vamos a dejar que su propia hija y su madre enfrenten solas este dolor?

No dejes que el amor que ella sembró muera con ella.
Hazlo por Gillian, por Georgina. Hazlo por Yeni.

Porque a veces, ayudar a una sola familia… es salvar el mundo entero.

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