Ladrón es capturado y golpeado por vecinos en Guanabo
Imagen: Facebook/Irma Lidia Broek
La localidad habanera de Guanabo, en el este de la capital, fue escenario de un nuevo episodio de justicia por mano propia, luego de que vecinos golpearan a un presunto ladrón sorprendido “en plena acción”. El hecho, ocurrido en horas de la noche en la calle 9na, entre 474 y 474B, frente a la escuela de salvavidas, ha reavivado el debate sobre la ola de inseguridad y la ineficacia policial que afectan cada vez más a la población.
Según la publicación realizada por Irma Broek en su perfil de Facebook, el individuo fue reducido por varios residentes antes de que lograra escapar. Mientras esperaban la llegada de un patrullero, la tensión escaló y los vecinos, cansados de la “impunidad diaria” y de la falta de protección institucional, decidieron actuar por su cuenta. La publicación se viralizó rápidamente, generando un intenso debate en redes sociales.
Imagen: Facebook/Irma Lidia Broek
Broek afirmó que el suceso no fue un hecho aislado, sino el reflejo de una tendencia creciente en toda Cuba, donde los ciudadanos, ante el temor constante a ser víctimas de delitos y la escasa presencia policial, optan por intervenir directamente. En Guanabo, los habitantes denuncian robos frecuentes, apagones que dejan las calles a oscuras y una sensación generalizada de abandono estatal.
Vecinos consultados por medios locales y a través de redes sociales aseguraron que incidentes similares se han vuelto comunes. En muchos casos, la comunidad se organiza informalmente para vigilar las calles o enfrentar a quienes intentan delinquir.
Aquí ya nadie se siente seguro; da igual si es de día o de noche”, expresó un residente.
Ladrón es capturado y golpeado por vecinos en Guanabo
Imagen: Facebook/Irma Lidia Broek
El agotamiento ciudadano ante la falta de respuestas concretas ha empujado a muchas comunidades a asumir roles que antes pertenecían a las autoridades. Sin embargo, expertos advierten que este fenómeno puede derivar en tragedias mayores, pues la justicia vecinal, además de ilegal, puede poner en riesgo tanto a las víctimas como a los agresores y transeúntes.
Mientras tanto, el silencio oficial y la ausencia de medidas efectivas mantienen a la población en un estado de tensión creciente. La publicación de Broek ha puesto nuevamente sobre la mesa una pregunta que muchos repiten:
¿Hasta cuándo podrá sostenerse una sociedad donde la gente se ve obligada a defenderse sola?