Varias zonas de La Habana con afectaciones en las redes telefónicas

Imagen: sitio web Cubadebate
En las últimas semanas, la capital cubana ha enfrentado una serie de interrupciones graves en sus servicios de telecomunicaciones, afectando a miles de usuarios en varios municipios debido a actos vandálicos y problemas en la infraestructura. Estas afectaciones se han concentrado principalmente en Habana del Este, Marianao y Centro Habana, donde se han registrado incendios intencionales y cortes masivos de cables que sostienen la red telefónica, según ha publicado el sitio web oficialista Cubadebate
En distintas zonas de la capital han provocado interrupciones significativas en los servicios de telecomunicaciones, afectando a comunidades de varios municipios.
Imagen: sitio web Cubadebate
Varias zonas de La Habana con afectaciones en las redes telefónicas. Marianao, Centro Habana, La Habana de este y San Miguel del Padrón
En Habana del Este, un incendio provocado entre las zonas de Minas y Campo Florido dañó un cable de fibra óptica, lo que generó fallas significativas en la conectividad de la localidad. En Marianao, la quema deliberada de un gabinete telefónico en la intersección de las calles 120 y 49 dejó sin servicio a aproximadamente 400 usuarios de telefonía fija, complicando aún más la ya precaria situación de las telecomunicaciones en esa área. Por su parte, en Centro Habana, cerca del hospital entre San José y San Rafael, se reportó el corte masivo de cables de cobre de 1,800 pares, infraestructura clave para el servicio telefónico en esa zona, afectando tanto a residentes como a instituciones cercanas.
Estos incidentes no son aislados. En abril, incendios en San Miguel del Padrón también dañaron cables y gabinetes telefónicos, dejando sin servicio a comunidades enteras. La acumulación de basura y falta de mantenimiento en la infraestructura son factores que, junto con posibles actos vandálicos, contribuyen a la fragilidad del sistema de telecomunicaciones en la capital
La Habana con afectaciones en las redes telefónicas. Respuesta oficial
La respuesta oficial, limitada a reparaciones urgentes y llamados a la “colaboración ciudadana”, resulta insuficiente y revela una falta de recursos para enfrentar el problema de raíz. No basta con pedir a la población que reporte actividades sospechosas si no existen mecanismos claros para prevenir estos sabotajes ni sanciones efectivas para quienes los cometen.
Mientras tanto, los usuarios sufren las consecuencias: interrupciones prolongadas en servicios básicos, dificultades para comunicarse y una sensación creciente de abandono. La combinación de vandalismo y una infraestructura envejecida y mal cuidada pone en evidencia un sistema de telecomunicaciones que necesita no solo reparaciones urgentes, sino también una revisión profunda de su gestión y seguridad para garantizar la seguridad y la estabilidad de sus servicios de telecomunicaciones. De lo contrario, estos sabotajes seguirán siendo solo la punta del iceberg de un problema mucho más grave y estructural.