La Guiteras tardará al menos 24 horas para su reparación y sincronización con el SEN

Imagen: Facebook José M Solís
La Central Termoeléctrica Antonio Guiteras volvió a salir de funcionamiento de manera inesperada apenas después de haber recibido mantenimiento, lo que confirma una vez más que la planta no está en condiciones para operar con estabilidad. Actualmente, se realizan reparaciones complejas que se estima tomarán más de 24 horas para incluso intentar su sincronización al Sistema Electroenergético Nacional (SEN), y eso solo si todo avanza sin contratiempos.
La Guiteras tardará al menos 24 horas para su reparación y sincronización con el SEN. Salida inesperada tras mantenimiento evidencia desgaste irreversible
El director técnico Román Pérez Castañeda ha explicado al periódico Girón que las labores incluyen la soldadura de varios cordones —una tarea delicada y sujeta a rehacer si se detectan defectos—, además de la restauración de la obra refractaria, indispensable para mantener la hermeticidad y la seguridad térmica dentro de la caldera. Cada fase requiere tiempo y precisión: la prueba hidráulica toma unas seis horas, y la reparación refractaria otras tres horas, para luego proceder al encendido y sincronización, que pueden durar entre 8 y 12 horas adicionales.
La obra refractaria tiene dos funciones, y una de ellas es hermetizar la caldera. Imagina que dentro de la caldera es una bola de fuego que está a 2 000 grados. Ese calor no puede salir al exterior. Los tubos están pegados, unidos por una membrana que hace una hermeticidad total del horno. Pero en la parte reparada los tubos están separados, por lo que eres tú quien debe lograr esa hermeticidad.
Esta nueva caída, apenas después del mantenimiento, no solo refleja la fatiga y el desgaste extremo del equipo, sino la grave crisis estructural que atraviesa Guiteras, al ser la principal unidad térmica del país. La planta ya no está dando más y la prolongada reparación —exigente en tiempo y recursos— pone una vez más en riesgo la estabilidad del sistema eléctrico nacional, afectando directamente a la población y la economía.
La Guiteras tardará al menos 24 horas para su reparación y sincronización con el SEN, solo si todo sale bien
La urgencia y las largas horas que tomará devolver esta planta a servicio recuerdan la necesidad impostergable de una revisión profunda y soluciones definitivas para evitar la continua dependencia de un bloque que ha alcanzado su límite funcional. Mientras tanto, las próximas 24 horas serán decisivas y todo dependerá de que no surjan nuevas fallas en medio de una operación crítica y a contrarreloj.
En síntesis, la crisis de la termoeléctrica Antonio Guiteras es una muestra clara del deterioro tecnológico y la falta de mantenimiento a largo plazo, que obligan a la industria y autoridades a enfrentar reparaciones urgentes bajo presión, con impactos negativos directos en el suministro eléctrico nacional y en la calidad de vida de la población. Sin cambios profundos en la gestión y priorización de recursos, estos problemas continuarán afectando la estabilidad energética del país.