Hallan 35 kilos de cocaína ocultos en un compresor en Holguín
La policía cubana reportó la detención de tres presuntos narcotraficantes en el municipio Báguanos, provincia de Holguín, cuando viajaban en un auto de turismo rumbo a Mayarí. Lo que parecía un simple traslado escondía un mecanismo sofisticado: más de 35 kilos de cocaína estaban camuflados dentro del tanque de un compresor de aire.
De acuerdo con el perfil de Facebook El Cubano Fiel y de medios cercanos a las investigaciones, los acusados habrían manipulado el equipo para introducir la droga, sellarlo y pintarlo de nuevo con aspecto de fábrica. La operación policial sugiere que existía información previa sobre el cargamento, pues descubrir la droga en un compartimento tan específico habría sido casi imposible durante una revisión rutinaria.
Un fenómeno en expansión
Imagen: Facebook/El Cubano Fiel
Este caso se suma a una lista creciente de operativos antidroga en Cuba. Históricamente la isla había sido considerada un punto de tránsito y no un mercado de consumo, pero en los últimos meses se ha registrado un aumento preocupante de decomisos y detenciones ligados a intentos de distribución interna.
Las autoridades han informado de incautaciones regulares de cocaína, marihuana y otras sustancias, tanto en carreteras como en costas e incluso en viviendas particulares. Ello demuestra que, aunque el gobierno refuerza su narrativa de control férreo, el fenómeno se ha vuelto más complejo y persistente.
Hallan 35 kilos de cocaína ocultos en un compresor en Holguín: Estrategias comparables a redes internacionales
Imagen: Facebook/El Cubano Fiel
El uso de un compresor de aire para esconder cocaína recuerda a técnicas empleadas por organizaciones criminales fuera de la isla, donde las drogas suelen ocultarse en electrodomésticos, maquinaria pesada o productos alimentarios. Este paralelismo apunta a que los grupos implicados en Cuba no actúan de manera improvisada, sino siguiendo modelos de redes internacionales que adaptan métodos ingeniosos para evadir a las autoridades.
El caso de Holguín sugiere, además, que el narcotráfico ha logrado infiltrarse de manera más profunda en la isla, desafiando las fuertes seguridades instauradas por el Estado y generando dudas sobre la eficacia real del control gubernamental.
Implicaciones sociales y de seguridad
El incremento del narcotráfico en Cuba no solo es un desafío para las fuerzas del orden, sino también un factor de riesgo social. A mayor circulación de drogas, se incrementan las posibilidades de adicción, violencia y corrupción. Con una economía en crisis y una población que enfrenta escasez generalizada, el negocio ilícito representa una opción tentadora para quienes buscan ingresos rápidos.
Especialistas advierten que, si esta tendencia continúa, Cuba podría pasar de ser un simple corredor de tránsito a convertirse en un país con un problema de consumo más visible y con mayores impactos sociales.