Elon Musk lanza robotaxis, al fin se confirma que los esperados taxis autónomos de Tesla, conocidos como ‘robotaxis’, llegarán a Austin, Texas, a finales de junio de 2025.
En una entrevista exclusiva con CNBC, el magnate tecnológico anunció el despliegue inicial de una flota piloto compuesta por apenas 10 vehículos Tesla Model Y equipados con la última versión del sistema Full Self-Driving (FSD) sin conductor humano a bordo.
Este proyecto pionero marca el inicio de una era que podría transformar radicalmente la movilidad urbana y desafiar a gigantes como Waymo en el mercado de la conducción autónoma.
Robotaxis Tesla: ¿el futuro del transporte ya está aquí?
La apuesta de Musk no es menor. Después de años de promesas y retrasos, Tesla finalmente dará el primer paso tangible para ofrecer un servicio de taxis autónomos que operarán sin conductores humanos, supervisados remotamente por empleados de la compañía. La flota inicial estará geolocalizada en zonas específicas de Austin, seleccionadas por su seguridad y condiciones óptimas para la conducción autónoma, lo que limita su circulación pero garantiza un entorno controlado para esta prueba piloto.
El empresario explicó que la estrategia es prudente: comenzar con un número reducido de vehículos para validar el sistema, corregir errores y aumentar la confianza del público y reguladores antes de expandir la flota. Si el proyecto funciona sin incidentes, Tesla planea escalar rápidamente a miles de unidades, con miras a llevar el servicio a ciudades como Los Ángeles y San Francisco en un futuro próximo.
Tecnología FSD Unsupervised: la joya de la corona

Elon Musk y Tesla bajo protestas. Foto: AP
Los vehículos robotaxi serán Tesla Model Y, equipados con la versión más avanzada del software FSD, denominada FSD Unsupervised, que permite la conducción totalmente autónoma sin intervención humana. Esto representa un salto tecnológico crucial, pues elimina la necesidad de conductores de seguridad a bordo, un requisito que hasta ahora frenaba la expansión de servicios similares.
Este sistema será monitoreado en tiempo real por operadores remotos, quienes podrán intervenir en casos excepcionales, pero la idea es que los coches funcionen de manera independiente, aprendiendo y adaptándose a las condiciones del tráfico y la ciudad. Musk confía en que esta tecnología revolucionará el transporte urbano, reduciendo costos, accidentes y la congestión vial, y abriendo paso a un modelo de movilidad más eficiente y sostenible.
Texas, el laboratorio ideal para la revolución robotaxi
La elección de Austin, Texas, no es casual. El estado destaca por su marco regulatorio permisivo en materia de vehículos autónomos, mucho más flexible que el de California, lo que facilita la experimentación y despliegue de tecnologías disruptivas. La legislación texana permite la circulación de coches autónomos en vías públicas sin necesidad de permisos especiales, siempre que cumplan con requisitos básicos de registro y seguro.
Esta laxitud normativa convierte a Texas en el escenario perfecto para que Tesla pruebe y perfeccione su servicio de robotaxis sin las trabas burocráticas que han frenado a otros en estados con regulaciones más estrictas. Sin embargo, esta libertad también implica riesgos, pues Tesla asumirá la responsabilidad legal en caso de accidentes o fallos, un desafío que la compañía está dispuesta a enfrentar para liderar esta revolución tecnológica.
El desafío frente a la competencia y la expectativa global
Aunque Tesla ha sido pionera en la conducción asistida, la competencia en el sector de *taxis autónomos es feroz. Empresas como Waymo, filial de Alphabet, ya operan flotas comerciales sin conductores en varias ciudades estadounidenses, acumulando cientos de miles de viajes semanales pagados. Musk reconoce esta competencia, pero confía en que la combinación de hardware, software y la infraestructura Tesla le permitirá recuperar terreno y dominar el mercado.
La expectativa es enorme. Desde 2016, Musk ha prometido un futuro donde los coches Tesla transporten pasajeros sin intervención humana, y ahora, con el lanzamiento inminente en Austin, ese futuro parece estar a la vuelta de la esquina. La comunidad tecnológica, reguladores y usuarios están atentos a los resultados de esta prueba piloto, que podría cambiar para siempre la forma en que nos movemos por las ciudades.
¿Estamos ante el fin del taxi tradicional?
La llegada de los robotaxis de Tesla plantea un escenario disruptivo para la industria del transporte. La posibilidad de contar con vehículos autónomos que operen 24/7, sin descansos ni errores humanos, podría reducir drásticamente los costos y transformar la experiencia del usuario. Pero también genera interrogantes sobre el empleo de conductores, la seguridad, la privacidad y la regulación.
Elon Musk, fiel a su estilo audaz, ha lanzado la apuesta más ambiciosa hasta ahora en el sector de la movilidad autónoma. Si el proyecto en Austin cumple con las expectativas, el mundo podría estar a las puertas de una revolución que hará que los taxis tradicionales parezcan cosa del pasado.
El despliegue de los primeros taxis autónomos Tesla en Austin, Texas, es un hito tecnológico y empresarial que promete cambiar el paradigma del transporte urbano. Con solo 10 vehículos en su fase inicial, Elon Musk y Tesla están listos para demostrar que los robotaxis no son ciencia ficción, sino la próxima gran ola en movilidad inteligente y sostenible. El reloj está en marcha: ¿será Austin el epicentro del futuro del transporte? La respuesta llegará muy pronto.