Sale a la luz informe final sobre la tragedia del Titán: el diagnóstico es demoledor y revela errores gravísimos de OceanGate

Imagen: National Geographic España
El 18 de junio de 2023, el sumergible Titan desapareció en las profundidades heladas del Atlántico Norte durante una expedición privada al pecio del Titanic. La tragedia fue inmediata e implacable: la nave implosionó bajo una presión abismal, causando la muerte instantánea de sus cinco ocupantes.
Ahora, más de dos años después, el informe final de la Guardia Costera de Estados Unidos ha puesto nombre y apellido a los errores, negligencias y omisiones que provocaron aquella catástrofe.
El reporte, publicado este martes, no deja lugar a dudas: la implosión del Titan fue “totalmente prevenible”. El documento acusa directamente a OceanGate, la empresa detrás del proyecto, de ignorar protocolos de ingeniería, pruebas, mantenimiento y seguridad ya consolidados por la industria.
La investigación, que ha durado dos años y ha recopilado los testimonios de 26 exempleados, expertos en seguridad marítima e ingenieros navales, sirve como una autopsia técnica y ética de un proyecto que se vendió como una aventura de élite, pero resultó ser una tragedia anunciada. Y la conclusión es demoledora.
En su afán por comercializar viajes al Titanic con entradas de hasta 250.000 dólares, la empresa liderada por Stockton Rush (quien también pereció en el incidente) desatendió advertencias internas, suprimió voces críticas y recurrió a maniobras para eludir la regulación.
Lo que el informe revela, además, es una desconexión alarmante entre las políticas escritas de OceanGate y las prácticas reales. La presión financiera y la necesidad de consolidar el negocio llevaron a minimizar los riesgos.
El documento denuncia un entorno laboral tóxico, con amenazas de despido a empleados que se atrevían a manifestar inquietudes sobre la seguridad. Entre ellos figura el exdirector de operaciones marinas, quien había elevado sus preocupaciones ante la OSHA (Administración de Seguridad y Salud Ocupacional) ya en 2018.
Sale a la luz informe final sobre la tragedia del Titán: Problemas con los materiales

Imagen: Independent en Español
La elección de materiales también fue criticada severamente. Aunque el uso de fibra de carbono parecía un alarde de innovación, el informe subraya que no existe, ni a nivel nacional ni internacional, norma alguna que avale su utilización en cascos de presión para sumergibles.
Se registraron fallos en el diseño, espesores irregulares y un proceso de curado deficiente, lo cual comprometía estructuralmente al Titan. Además, su sistema de monitoreo en tiempo real, destinado a evaluar la integridad del casco durante las inmersiones, jamás obligó a abortar una misión, lo cual pone en entredicho su utilidad.
Sale a la luz informe final sobre la tragedia del Titán: Sin certificación
Otra revelación impactante es que el Titan no estaba registrado, ni había sido certificado o inspeccionado por ninguna autoridad marítima reconocida. El hecho de que una nave tripulada para exploraciones a 3.800 metros de profundidad haya operado al margen de cualquier supervisión externa resulta, a la luz del informe, un acto de temeridad corporativa.
El documento también destaca que hubo múltiples “oportunidades perdidas” por parte de agencias gubernamentales para intervenir antes de que ocurriera el desastre. La denuncia del exdirectivo de OceanGate ante la OSHA fue una de ellas. El informe insinúa que, de haberse investigado adecuadamente, la empresa podría haber sido forzada a cumplir con regulaciones o incluso a abandonar sus planes de turismo extremo al Titanic.
A pesar de la contundencia de los hallazgos, la Guardia Costera no ha encontrado evidencia de que sus propios funcionarios u otras autoridades hayan cometido actos de incompetencia que contribuyeran directamente al desenlace fatal. No obstante, se señala que Stockton Rush, como CEO y piloto del Titan, incurrió en una conducta negligente que, de haber sobrevivido, podría haber derivado en una acusación penal.
El informe cierra con 14 recomendaciones destinadas a evitar que algo similar vuelva a repetirse. Entre ellas se incluyen nuevas normas obligatorias para la construcción de sumergibles en Estados Unidos y una mayor coordinación comunicativa para emergencias subacuáticas.
Mientras tanto, OceanGate continúa con todas las operaciones comerciales y de exploración suspendidas hasta nuevo aviso, como se aprecia en su web.
(Tomado de Sergio Parra, National Geographic España)