El Congreso destituye a la Presidenta de Perú tras un convulso mandato marcado por violencia y escándalos.
Imagen: Cubadebate
El Congreso de Perú aprobó este viernes 10 de octubre la vacancia de la presidenta Dina Boluarte por “incapacidad moral permanente”, con 124 votos a favor y ninguno en contra, según reportes oficiales de AP News. José Jerí, presidente del Parlamento, fue juramentado como presidente interino para conducir el país hacia las elecciones programadas para abril de 2026.
Un mmandato plagado de crisis
Boluarte asumió la presidencia en diciembre de 2022 tras la destitución de Pedro Castillo, cuando ella era su vicepresidenta. Desde entonces, su gobierno enfrentó protestas masivas, especialmente en zonas rurales y comunidades indígenas, que exigían reformas profundas y denunciaban el uso excesivo de la fuerza estatal informó Le Monde.
La gota que colmó el vaso fue un ataque con armas en un concierto en Lima donde resultaron heridas cinco personas, lo que exacerbó el malestar ciudadano y la percepción de que su administración no contaba con control frente a la criminalidad creciente.
Durante su mandato, cobró fuerza el escándalo conocido como Rolexgate, que investiga el uso por parte de la mandataria de relojes de lujo no declarados, lo que alimentó acusaciones de enriquecimiento ilícito. Además, su administración fue duramente criticada por no responder de forma efectiva al alza de los homicidios, las extorsiones y la inseguridad generalizada: entre enero y agosto de 2025, se reportaron más de 6,000 homicidios, según cifras oficiales.
La votación decisiva
El proceso de vacancia fue aceptado por el Congreso, que consideró cuatro mociones separadas para destituir a Boluarte. Luego de aprobadas, se la citó para presentarse ante el pleno, pero no acudió, lo que fortaleció la decisión legislativa de avanzar con su destitución.
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Con su salida, José Jerí (38 años) fue juramentado inmediatamente como presidente interino. Él liderará el país hasta las elecciones generales previstas para el 12 de abril de 2026.
Desafíos y herencia política
La caída de Boluarte representa un nuevo capítulo de inestabilidad política para Perú, que en menos de una década ha tenido múltiples presidentes y crisis institucionales.
El respaldo que recibió la vacancia incluyó partidos que antes la apoyaban, como Renovación Popular y Fuerza Popular. La destitución fue vista por sectores sociales como un triunfo del pueblo que exigía cambios, aunque otros denuncian que el Congreso actuó por intereses electorales ante 2026.
Para el futuro inmediato, Jerí deberá afrontar el reto de estabilizar el país, contener la violencia y preparar una transición pacífica hacia la próxima administración. Los peruanos esperan que este cambio no solo sea formal, sino que abra paso a una agenda efectiva de seguridad, justicia y gobernabilidad.