Desmantelan puntos de venta de químico en La Habana.
Foto: cibercuba
Redadas sorpresa y cooperación ciudadana
En los últimos días, las autoridades cubanas han intensificado su ofensiva contra el tráfico de drogas sintéticas, especialmente el “químico” —también conocido como “kímiko”—, una sustancia altamente adictiva que ha comenzado a proliferar en los mercados clandestinos por su bajo costo.
Operativos recientes en los municipios de La Lisa, Bauta y Guanabacoa dieron como resultado el desmantelamiento de varios puntos de distribución, según reportes difundidos por fuentes oficialistas en redes sociales.
Uno de los operativos más significativos se desarrolló en el barrio de La Fabela, ubicado en la frontera entre La Lisa y Bauta.
La Policía Nacional, con el respaldo de residentes del lugar, ejecutó una redada sorpresa que culminó con la detención de un individuo señalado por distribuir sustancias psicoactivas tanto en áreas residenciales como en centros de educación superior.
Durante el arresto, se le ocuparon múltiples dosis listas para la venta, además de una cantidad indeterminada de dinero en efectivo.
Arrestos en Guanabacoa: El Roble y Habana Nueva
Foto: cubanet
Otros operativos tuvieron lugar en el municipio habanero de Guanabacoa.
En el barrio El Roble, fue detenido un joven identificado como Dayron, en posesión de 69 envoltorios de la sustancia sintética.
En la zona de Habana Nueva, otro presunto distribuidor, de nombre Marlon, fue capturado con 28 envoltorios del mismo estupefaciente.
Estos arrestos han sido ampliamente compartidos en redes sociales por perfiles como el de Javier Gutiérrez, quien resaltó la actuación “al toque” de la policía y la activa participación ciudadana.
Las publicaciones insisten en el mensaje de “tolerancia cero” hacia las drogas, alineado con las campañas de prevención que se desarrollan en comunidades y centros educativos.
Desmantelan puntos de venta de “químico” en La Habana.
Alarma social y respuesta institucional
La creciente circulación del “químico” ha encendido las alertas entre los vecinos y las autoridades locales.
Esta droga, de carácter sintético y efectos psicoactivos intensos, representa una amenaza particular para adolescentes y jóvenes universitarios.
Ante este escenario, el Estado cubano ha intensificado sus acciones de control y sensibilización, enfocadas en prevenir el consumo y contener la expansión de estos compuestos en los barrios más vulnerables.
Consecuencias legales y marco punitivo
Foto: cubanet
Los implicados en los recientes operativos enfrentan cargos por tráfico de drogas, una infracción que, bajo la legislación cubana vigente, puede acarrear severas sanciones penales.
La ley contempla penas que van desde años de privación de libertad hasta la reclusión perpetua, dependiendo de la cantidad de sustancia incautada, los antecedentes del acusado y el grado de implicación en la red delictiva.
Una batalla en curso
La lucha contra el narcotráfico y las drogas sintéticas continúa siendo una prioridad para las autoridades cubanas.
Los recientes operativos en La Habana y Artemisa confirman que las redes de distribución no solo operan en la clandestinidad, sino que también logran infiltrarse en espacios académicos y comunitarios.
La vigilancia ciudadana, sumada a la acción policial, se erige hoy como uno de los principales frentes en la batalla por proteger a las nuevas generaciones del flagelo de las drogas.