Cuba endurece penas para tráfico de químico: hasta cadena perpetua y pena de muerte

Imagen: TSP
El Tribunal Supremo de Cuba emitió un dictamen histórico que establece sanciones severas para quienes produzcan, transporten o trafiquen con el «Químico«, una droga sintética altamente adictiva y tóxica que ha generado alarma en todo el país. Según la nueva interpretación del Código Penal cubano, estas conductas podrán ser castigadas con penas que van desde 10 años de prisión hasta cadena perpetua, e incluso la pena de muerte, sin importar la cantidad incautada.
¿Por qué «el químico» es tan peligroso?

Imagen: Cubadebate
Esta sustancia, que imita la marihuana pero con efectos mucho más nocivos, ha incrementado su presencia en barrios de La Habana y otras provincias cubanas. “El Químico” puede consumirse en forma de cigarrillos artesanales o mediante papel impregnado con spray. Su alta toxicidad y capacidad para producir múltiples dosis con poca cantidad significa que incluso dosis mínimas pueden provocar convulsiones, ataques cardíacos, brotes psicóticos y la muerte, conforme a informes del Laboratorio Central de Criminalística.
Cuba endurece penas para tráfico de químico: hasta cadena perpetua y pena de muerte
Nuevos criterios legales para sanciones

Foto: Granma
El dictamen emitido en julio de 2025 establece que, por la gravedad del químico, no se aplicará el criterio habitual de que solo cantidades “relativamente grandes” (alrededor de una libra o 460 gramos) se sancionen severamente. Para estas drogas sintéticas, cualquier cantidad es suficiente para imponer las penas más graves, dado el alto potencial de daño y adicción.
Además, el Tribunal Supremo ha incorporado criterios técnicos y económicos para justificar la severidad de las penas, tomando en cuenta la cantidad de dosis producidas y su impacto social y económico. Esto busca dar un marco legal más claro y contundente frente a la creciente circulación y producción de esta sustancia.
Casos recientes y aplicación de la ley
Recientemente, en la provincia de Matanzas, dos jóvenes fueron procesados por tráfico de “el químico”, enfrentando sanciones de 8 y 9 años de prisión, tras ser detenidos con cantidades que equivalían a más de 1000 dosis. Los acusados elaboraban y vendían la droga a precios elevados, generando un negocio ilícito pero con alto impacto social debido a la toxicidad del químico.
Otras provincias, como Sancti Spíritus y Cienfuegos, también han visto procesos judiciales ejemplares con penas que alcanzan hasta 10 años, reflejando la política de «tolerancia cero» que mantiene el gobierno cubano hacia estas sustancias.
Ahora surge la siguiente interrogante: ¿será suficiente este dictamen, para acabar con el flagelo de esta letal droga en las calles de Cuba? Lo que sí resulta seguro afirmar es que legislar no es suficiente.
Es necesario llevar a cabo un trabajo de promoción de salud, ser más exigentes y perspicaces a la hora de abordar el problema, sancionar fuertemente a los que lleven ese veneno a nuestras calles, pero también abordar las causas sistémicas (económicas, sociales, políticas, legales) que lo ayudan a ganar fuerza. El tiempo como siempre, tendrá la última palabra.