Confirman cadena perpetua para el joven implicado en el asesinato de un policía en Calabazar
Imagen: Facebook Lazara González
El Tribunal Supremo Popular ratificó la cadena perpetua para Yusniel Tirado Aldama, de 27 años, tras considerarlo responsable del violento ataque ocurrido el 5 de junio de 2020 en la subestación de la Policía (PNR) de Calabazar, municipio Arroyo Naranjo, La Habana. según ha información ofrecida en el perfil de Facebook de Lazara González
En ese hecho, perdió la vida el agente Yoannis Rodríguez Rivero, de 34 años, y resultaron gravemente heridos otros dos policías. Durante el altercado, Tirado Aldama provocó una herida mortal en el cuello al oficial Rodríguez Rivero y, aprovechando la confusión del momento, se apoderó de un arma de fuego con la que pretendía cometer otros delitos. Debido a la gravedad de los sucesos, fue procesado por delitos de asesinato, tentativa de asesinato, robo con violencia, portación y tenencia ilegal de armas, hurto y daños.
Confirman cadena perpetua para el joven implicado en el asesinato de un policía en Calabazar
El juicio oral se celebró los días 17 y 18 de septiembre de 2020 tanto para Tirado Aldama como para un segundo implicado, Alejandro Ramos Pardo, cuya participación se consideró secundaria. Ramos Pardo fue hallado culpable de portación y tenencia ilegal de armas e incumplimiento del deber de denunciar y recibió una condena de un año de prisión.
La sentencia contra Tirado Aldama subraya la “extraordinaria gravedad del suceso, su repercusión social y las características personales del acusado”, citando incluso antecedentes penales relevantes que incluyeron delitos previos como robo con fuerza, atentado, lesiones y tenencia de drogas. El tribunal concluyó que la privación perpetua de libertad respondía a la necesidad de proteger a la sociedad ante la peligrosidad demostrada por el joven y el impacto del crimen en la opinión pública.
El caso ha reavivado el debate sobre la violencia, la presión social y los factores de entorno que afectan a sectores jóvenes en el país. No obstante, las autoridades fueron tajantes: más allá de cualquier circunstancia personal, el crimen sufrido por los agentes de la PNR merece el máximo rigor del Código Penal cubano.