En un gesto de solidaridad y fortalecimiento de los lazos diplomáticos, el Gobierno de la República Popular China entregó oficialmente a Cuba una donación de 5 000 sistemas fotovoltaicos destinados a electrificar viviendas aisladas en zonas rurales.
La ceremonia de entrega tuvo lugar este lunes en la Terminal de Contenedores de Mariel, marcando un hito en la cooperación energética entre ambos países y en el avance de la transición energética cubana.
Un aporte estratégico en medio de la recuperación

Vladimir Molina/Cubadebate
La donación se produce en un contexto crítico para Cuba, tras el paso del huracán Melissa que dejó severos daños en el sistema eléctrico nacional, especialmente en el oriente del país.
Según el medio CiberCuba, los kits solares serán distribuidos entre los damnificados del ciclón y en comunidades rurales que históricamente han estado desconectadas del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
Cada sistema fotovoltaico cuenta con una capacidad de 2 kilovatios, suficiente para cubrir necesidades básicas de iluminación, carga de dispositivos y pequeños electrodomésticos.
Esta tecnología no solo representa una solución inmediata ante la emergencia, sino que también se alinea con los objetivos de sostenibilidad y resiliencia energética del país.
Cooperación energética y diplomacia solidaria

Vladimir Molina/Cubadebate
Durante el acto protocolar en Mariel, representantes de ambos gobiernos destacaron el carácter humanitario y estratégico del donativo. La Embajada de China en Cuba subrayó que esta entrega forma parte de un proyecto de cooperación técnica que busca ampliar el acceso a energías limpias en territorios vulnerables.
Por su parte, autoridades cubanas agradecieron el gesto como una muestra de confianza y compromiso entre naciones que comparten desafíos comunes en materia de desarrollo.
El periodista Bernardo Espinosa calificó la entrega como “una muestra de cooperación entre ambos gobiernos que trasciende lo simbólico y se traduce en soluciones concretas para miles de familias”.
Impacto social y ambiental
La instalación de estos sistemas fotovoltaicos tendrá un impacto directo en la calidad de vida de las comunidades beneficiadas. En zonas donde la electrificación convencional resulta inviable por razones geográficas o económicas, la energía solar se presenta como una alternativa eficiente, sostenible y de bajo mantenimiento.
Además, el uso de fuentes renovables contribuye a la reducción de emisiones contaminantes y al cumplimiento de los compromisos internacionales en materia de cambio climático. Cuba, que ha apostado por diversificar su matriz energética, encuentra en esta donación un respaldo técnico y político para avanzar en sus metas de generación limpia.
La entrega de 5 000 sistemas fotovoltaicos por parte del Gobierno chino representa mucho más que una ayuda técnica: es una apuesta por el desarrollo sostenible, la equidad energética y la profundización de los vínculos entre Cuba y China.
En medio de los desafíos que enfrenta el país caribeño, este gesto solidario ilumina literalmente miles de hogares y simboliza una alianza estratégica con proyección de futuro.
