Chikungunya y el corazón: secuelas poco conocidas que preocupan a muchos cubanos
Foto tomada de facebook
En Cuba se habla con frecuencia de los dolores articulares que deja el chikungunya, pero mucho menos de sus efectos sobre el corazón, aun cuando cada vez más personas reportan palpitaciones, taquicardia, presión inestable y una extraña sensación en el pecho después de haber superado el virus.
Aunque muchos atribuyen estos síntomas al estrés, la edad o la falta de vitaminas, la realidad es que el chikungunya puede inflamar el sistema que regula el ritmo cardíaco y alterar su funcionamiento durante semanas o incluso meses.
Comprender este fenómeno es clave para no alarmarse innecesariamente, pero también para reconocer cuándo se necesita atención médica.
Chikungunya y el corazón: secuelas poco conocidas que preocupan a muchos cubanos
Los efectos del chikungunya en el corazón varían mucho de una persona a otra.
En algunos casos, solo provoca palpitaciones rápidas y molestas, como pequeños “saltos” en el pecho.
En otros, causa taquicardia persistente, especialmente por las mañanas o ante esfuerzos mínimos.
También puede aparecer una bradicardia transitoria —latidos más lentos de lo normal— que se manifiesta con mareos, pesadez de cabeza o incluso desmayos breves. Estas alteraciones ocurren porque el virus irrita el sistema eléctrico del corazón, afectando su estabilidad de forma temporal.
Disautonomía post-viral: una causa frecuente del malestar
Otro efecto común es la disautonomía post-viral, una desregulación del sistema que controla la presión arterial y la respuesta al estrés físico.
Por eso muchas personas sienten que el corazón “se acelera solo”, que la presión sube o baja sin razón aparente, o que actividades simples como caminar una cuadra causan cansancio extremo.
Aunque no suele ser peligrosa, esta condición sí resulta muy incómoda y prolongada.
Cuando el chikungunya afecta directamente al músculo cardíaco
En situaciones menos frecuentes aparece la miocarditis, una inflamación del músculo del corazón.
Sus síntomas incluyen dolor en el pecho no relacionado con la respiración o el movimiento, falta de aire y un cansancio que no mejora con el descanso.
No es la complicación más común, pero es importante conocerla para no confundirla con estrés o agotamiento.
El desafío del diagnóstico en el contexto cubano
El panorama en Cuba complica aún más estas secuelas. Muchas personas no tienen acceso rápido a un electrocardiograma o a un cardiólogo, y la falta de medios en algunos policlínicos dificulta la evaluación oportuna. Además, los síntomas fluctúan, lo que hace que algunos profesionales no los relacionen con el chikungunya.
Esto deja a muchos pacientes confundidos, temiendo una enfermedad cardíaca súbita cuando en realidad se trata de un efecto temporal del virus.
Cuidados básicos para la recuperación cardíaca
Tras el chikungunya es fundamental evitar esfuerzos intensos durante las primeras semanas, especialmente si persisten las palpitaciones o la fatiga.
La hidratación adecuada ayuda a controlar la taquicardia y los mareos.
Dormir bien y evitar café en exceso, bebidas energéticas y alcohol también favorece la estabilidad del ritmo cardíaco. Aunque algunos pacientes sienten alivio con magnesio o vitaminas del complejo B, no es recomendable automedicarse con fármacos para la presión o el ritmo cardíaco sin supervisión médica.
El ejercicio debe retomarse de forma gradual.
Señales de alarma que requieren atención médica
Si aparecen síntomas como dolor de pecho intenso o persistente, palpitaciones con desmayo, dificultad para respirar en reposo, hinchazón marcada en las piernas o un cansancio que empeora rápidamente, es importante buscar atención médica cuanto antes.
Hablar de las secuelas cardíacas del chikungunya en Cuba es esencial para que las personas comprendan lo que experimentan y eviten preocuparse de más.
El virus puede afectar temporalmente el corazón, pero con reposo, cuidados adecuados y orientación correcta, la mayoría de los pacientes logra recuperarse por completo. La información clara y accesible es la mejor herramienta para reducir la ansiedad y promover una recuperación segura.