Lo que debía ser fiesta acabó en ring
La noche pintaba perfecta en Houston: un concierto a reventar, ambiente de pura gozadera y una comunidad cubana que solo quería perrear con los éxitos de Bebeshito. Pero lo que era música y alegría se convirtió en un caos de película: justo al terminar el show, varios asistentes se enredaron a golpes, con tubos y sillas volando entre el público, mientras los videos del momento se regaban como pólvora por las redes sociales. El susto fue grande para los que solo querían bailar, porque entre gritos, empujones y bronca, la fiesta se fue por la ventana y la arena acabó patas arriba.

Imagen: américatevé
Testigos cuentan que la bronca empezó por un par de discusiones entre grupos con diferencias viejas. En cuestión de segundos, los empujones escalaron y varios asistentes terminaron formado su propio ring improvisado, mientras otros trataban de ponerse a salvo. La seguridad intervino para evacuar y la policía llegó rápido para evitar que la cosa pasara a mayores. El concierto, que había sido un éxito total hasta ese minuto, terminó con decepción y preocupación entre los fans.
Bebeshito reacciona y lanza advertencia a sus fans de Miami

Imagen: Instagram Bebeshito
Tras la pelea en Houston, Bebeshito no se quedó callado y lanzó un mensaje claro para su próximo concierto en Miami:
“Si alguien repite estos actos de violencia, va a haber sanciones serias”.
El reguetonero avisó en sus redes que no permitirá disturbios en el evento y que quienes se involucren en peleas serán multados hasta con 1,500 dólares, además de ser expulsados sin derecho a reembolso. El objetivo: que la gente vaya a disfrutar la música, no a buscar problemas ni a empañar la fiesta.
“No tolero la violencia, mis conciertos son para gozar, no para formar guerras. Así que el que arme lío en Miami, que se prepare. No voy a permitir que unos pocos arruinen el show para los demás”, advirtió Bebeshito en un video circulado en redes.
La bronca en Houston es un recordatorio de que la violencia no tiene cabida en ningún concierto. Estos espacios deben ser de alegría, unión y cultura, no de pleitos ni de miedos.