Beatriz Valdés Fidalgo, la actriz que conquistó corazones en Cuba, Venezuela y ahora Miami, celebra este 12 de mayo su cumpleaños número 62. Y no es para menos: su vida es una película llena de talento, pasión y grandes amistades, digna de ser contada una y otra vez.
Beatriz Valdés, de La Habana al mundo: el nacimiento de una estrella

Instagram de la artista
Nacida en La Habana en 1963, Beatriz no tardó en mostrar su vena artística. Desde niña, fue “la mascota de Teatro Estudio”, donde aprendió guitarra, canto y actuación, y se subió por primera vez a un escenario con apenas 8 años en la obra La cucarachita Martina. Aunque empezó estudiando música en los conservatorios Manuel Saumell y Amadeo Roldán, la actuación fue más fuerte y, casi a escondidas, se preparó para entrar en la Escuela Nacional de Arte, donde se graduó en 1983.
Éxitos en Cuba de Beatriz Valdés: la inolvidable Rachel

Beatriz Valdés en su personaje Rachel/ Cuba Actores
Su carrera explotó en los años 80 con papeles en cine, teatro y televisión. Pero fue en 1989 cuando se convirtió en leyenda: su protagónico en La Bella del Alhambra la inmortalizó como Rachel, un personaje que la catapultó al estrellato internacional y le dio a Cuba el codiciado Premio Goya. La película, considerada una de las mejores del cine cubano, la convirtió en ícono de belleza y sensualidad para toda una generación.
Amistades y mentores de Beatriz Valdés: la familia que eligió en el arte
En su camino, Beatriz ha estado rodeada de grandes amigos y mentores. Raquel Revuelta, su maestra y guía, fue clave en sus primeros pasos, aunque no siempre estuvo de acuerdo con sus incursiones en la televisión, temiendo que se alejara del teatro. Sin embargo, Beatriz Valdés siempre defendió su derecho a explorar todos los medios y nunca se arrepintió de diversificarse.
A lo largo de su carrera, ha compartido escenario y pantalla con figuras como César Évora, Omar Valdés y Verónica Lynn en Cuba, y en Venezuela ha trabajado con talentos de la talla de Leonardo Padrón y Elba Escobar, quienes también forman parte de su círculo cercano de afectos.
Venezuela: un nuevo hogar, nuevos retos y más éxitos para Beatriz Valdés

Captura de Pantalla
Cuando la crisis de los 90 golpeó a Cuba, Beatriz, como muchos artistas, buscó nuevos horizontes y se estableció en Venezuela. Allí, lejos de perderse, brilló más fuerte: protagonizó telenovelas, películas y obras de teatro, y se ganó el corazón del público venezolano, que la adoptó como suya. Su papel en Manuela Sáenz: La Libertadora del Libertador la consagró como primera actriz y le abrió las puertas de Venevisión, donde interpretó desde mujeres humildes hasta empresarias de alcurnia.
Miami: la reinvención y el legado de Beatriz Valdés
En 2013, Beatriz dio el salto a Estados Unidos y se instaló en Miami, donde no solo siguió actuando en telenovelas como Santa Diabla, sino que también se dedicó a la formación de nuevos talentos. Fundó el Beatriz Valdés Estudio en Hialeah, un espacio dedicado a enseñar actuación y a mantener vivo el español entre los más jóvenes. Además, ha dirigido y protagonizado obras como Visa para un sueño, demostrando que su pasión por el arte no tiene fronteras.
Premios, reconocimientos a Beatriz Valdés y el cariño de su gente

Beatriz Valdés junto a Juliet Cruz, Periódico Cubano
A lo largo de su carrera, Beatriz ha recibido premios en Cuba, Venezuela y Estados Unidos, como el Gran Águila de Venezuela, el Premio Mara y el Miami Life Award, pero lo que más atesora es el cariño del público y de sus colegas. En cada cumpleaños, sus redes se llenan de mensajes de amor de amigos como Leonardo Padrón, Elba Escobar, Ismael Cala, Claudia Valdés y muchos más, quienes la acompañan en cada vuelta al sol, aunque sea a la distancia.
Una vida de película la de Beatriz Valdés y un futuro brillante
Hoy, a sus 62 años, Beatriz Valdés Fidalgo sigue siendo la “Bella” que enamoró a varias generaciones, pero también es una mujer fuerte, madre, amiga y maestra. Su historia es la prueba de que el talento, la perseverancia y los buenos amigos son la mejor receta para una vida plena y feliz.