Hallan barco griego en el fondo del Mediterráneo con su valioso tesoro intacto
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Un hallazgo arqueológico reabre el debate sobre la navegación antigua en el Mediterráneo: un barco mercante griego, hundido hace más de 2.300 años, fue encontrado con su estructura y carga sorprendentemente conservadas. ¿Por qué se ha mantenido intacto? ¿Y por qué los científicos han tenido que cambiar su fecha de hundimiento?
Pocas veces un naufragio revela tanto sobre el pasado como lo ha hecho el del barco Kyrenia, una antigua nave mercante griega que ha desafiado el paso del tiempo y las certezas históricas. Un reciente estudio internacional no solo ha confirmado su excepcional estado de conservación, sino que también ha reescrito la fecha de su hundimiento usando tecnología de última generación. Lo que encontraron dentro —y cómo lo encontraron— podría transformar lo que sabemos sobre la navegación y el comercio en el mundo clásico.
Hallan barco griego en el fondo del Mediterráneo con su valioso tesoro intacto
Un tesoro náutico con más de 2 milenios bajo el mar
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Todo comenzó en 1965 frente a las costas de Chipre, cuando el buzo Andreas Cariolu, mientras buscaba esponjas, se topó con un naufragio que cambiaría la arqueología marina. Lo que halló fue un barco griego de 14 metros de eslora, con un solo mástil cuadrado y restos que sugerían una tripulación de cuatro personas. A su alrededor, más de cien ánforas reposaban en el lecho marino como testigos silentes de su última travesía.
Entre 1968 y 1969 se recuperaron 391 ánforas repletas de bienes como vino, aceite de oliva y almendras. Aunque inicialmente se creyó que el barco se hundió hacia el año 300 a.C., esa cronología estaba basada en el análisis de objetos como monedas y cerámicas halladas en la embarcación. Nuevos análisis han desmentido esa fecha.
Tecnología al servicio del pasado: datación que desafía lo establecido
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En un estudio publicado en la revista PLOS ONE, un equipo de la Universidad de Cornell ha utilizado técnicas avanzadas de datación por radiocarbono y dendrocronología (análisis de anillos de crecimiento en la madera) para ofrecer una nueva fecha del hundimiento: entre los años 286 a.C. y 272 a.C.. Esta revisión altera significativamente la línea temporal aceptada hasta ahora sobre el comercio griego clásico.
El equipo se enfrentó a un obstáculo técnico inesperado: los restos del barco habían sido tratados con polietilenglicol (PEG), una sustancia conservante que interfiere con las mediciones de carbono-14 y la lectura de los anillos de la madera. Al lograr eliminar el PEG, los investigadores obtuvieron una lectura mucho más precisa de la fecha del naufragio.
Además, identificaron una falla en la curva de calibración internacional del radiocarbono para el hemisferio norte, justo en el período entre 400 a.C. y 250 a.C. Este desfase fue corregido utilizando muestras de otras especies arbóreas, lo que no solo mejoró la datación del Kyrenia, sino que también beneficiará futuros estudios de estructuras antiguas.
¿Por qué se ha conservado tan bien este barco?
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Uno de los aspectos más sorprendentes del hallazgo es el extraordinario estado de conservación de su casco: más de la mitad de la madera original sigue intacta, algo extremadamente raro en arqueología subacuática. Esto se debe, en gran parte, a las condiciones ambientales particulares del lugar del naufragio, que mantuvieron a raya a los organismos que suelen degradar la madera.
El barco Kyrenia es considerado una pieza clave para entender la tecnología naval griega, ya que conserva detalles estructurales como las uniones de las tablas, el diseño del mástil y los sistemas de almacenaje de mercancías, todo ello fundamental para reconstruir las rutas y técnicas comerciales del Mediterráneo oriental.
Una nueva era para la arqueología marítima
Gracias a este estudio, el Kyrenia se reafirma como el naufragio griego mejor conservado de la Antigüedad, y su reexaminación ha abierto la puerta a una nueva generación de investigaciones arqueológicas basadas en la precisión científica.
«Estamos entusiasmados con el impacto que este trabajo tendrá en la forma de datar otros naufragios», señaló uno de los autores del estudio, destacando que estas técnicas podrían ofrecer una imagen mucho más clara del pasado marítimo del Mediterráneo.
La historia de este barco, que durmió durante siglos bajo el mar con su tesoro intacto, vuelve hoy a la superficie no solo con nuevas respuestas, sino también con nuevas preguntas sobre todo lo que aún queda por descubrir en las profundidades.
(Tomado de Gizmodo)