El 1 de junio marca el inicio oficial de la temporada ciclónica 2025 en el Atlántico norte, que incluye el Golfo de México y el Mar Caribe, y se extenderá hasta el 30 de noviembre.
Este año, los especialistas del Instituto de Meteorología de Cuba advierten sobre una temporada ciclónica más activa de lo habitual, con un 50% de probabilidad de que la isla sea impactada por al menos un huracán, cifra superior al promedio climatológico del 35% para el país.
Pronóstico para la Temporada Ciclónica 2025

PL
– Se esperan condiciones climáticas por encima de la media, según la NOAA y la Universidad Estatal de Colorado.
– La NOAA prevé entre 13 y 19 tormentas nombradas, de las cuales entre 6 y 10 podrían convertirse en huracanes, y de estos, entre 3 y 5 serían huracanes mayores.
– Para Cuba, el Instituto de Meteorología (Insmet) estima la formación de 15 ciclones tropicales en el Atlántico Norte, 8 de los cuales podrían alcanzar la categoría de huracán. Al menos 3 de estos nacerían en el mar Caribe, muy cerca del territorio cubano.
– Hay un 70% de probabilidad de que al menos una tormenta tropical impacte Cuba y un 50% de que lo haga un huracán.
Preocupaciones de Cuba ante la llegada de la temporada ciclónica 2025

EFE
El paso de huracanes por Cuba durante la temporada ciclónica genera una profunda preocupación, especialmente ante la frágil situación constructiva de muchas viviendas, la crisis energética y las carencias alimentarias que enfrenta la población.
Más de 34 mil casas sufrieron daños totales o parciales en 2024, dejando a miles de familias expuestas a la intemperie y con pocas posibilidades de recuperación inmediata.
La mayoría de las casas en Cuba no está preparada para resistir los vientos y lluvias intensas, lo que incrementa la vulnerabilidad ante cada nuevo evento meteorológico.

IPS Cuba
El sistema eléctrico nacional, ya debilitado por averías y falta de combustible, colapsa fácilmente con el impacto de un ciclón, provocando apagones prolongados que afectan no solo la iluminación, sino también el acceso al agua potable y la conservación de alimentos.
Esta precariedad agrava la inseguridad alimentaria, pues la escasez de productos básicos y la imposibilidad de almacenarlos adecuadamente dejan a muchas familias sin recursos suficientes tras el paso de un huracán.
La temporada ciclónica no solo amenaza infraestructuras, sino que pone a prueba la resiliencia de un pueblo que enfrenta cada año, con temor y esperanza, la llegada de fenómenos que pueden arrebatarlo todo en cuestión de horas.
Medidas de Protección en Cuba para la Temporada Ciclónica

Cubadebate
Las autoridades cubanas recomiendan:
– Mantenerse informado a través de los avisos del Instituto de Meteorología y la Defensa Civil.
– Preparar un bolso familiar con artículos indispensables: agua potable, alimentos ligeros, medicamentos, linternas, pilas, y documentos importantes.
– Proteger ventanas, puertas y techos con materiales resistentes; limpiar zanjas y desagües.

Juventud Rebelde
– Evitar desplazamientos durante el paso del ciclón y no transitar por áreas inundadas.
– Seguir las fases de enfrentamiento: Informativa, Alerta, Alarma y Recuperativa, que incluyen desde la preparación del hogar hasta la inspección post-ciclón.
Antecedentes: Temporada Ciclónica 2024 en el Caribe
La temporada ciclónica 2024 fue clasificada como activa:
– Se formaron 18 organismos ciclónicos nombrados, superando el promedio histórico de 14 (1991-2020).
– 11 de estos fueron huracanes, incluyendo 5 intensos (Beryl, Helene, Kirk, Milton y Rafael).
– Cuba fue impactada directamente por los huracanes Oscar (categoría 1) y Rafael (categoría 3) el 20 de octubre y el 6 de noviembre, respectivamente.
– Beryl fue el huracán más intenso registrado en junio en la región, y Milton se ubicó entre los cinco más fuertes en la historia del Atlántico.
Cómo fue la temporada ciclónica del 2024
La temporada ciclónica de 2024 en el Caribe fue una de las más activas y devastadoras de los últimos años, dejando una huella profunda en la memoria de los habitantes de la región.
Comenzó con fuerza el 19 de junio, cuando la tormenta tropical Alberto tocó tierra en México, causando inundaciones y pérdidas humanas.
Sin embargo, fue el huracán Beryl el que marcó un antes y un después: alcanzó la categoría 5 en junio, algo inédito, y arrasó islas como Carriacou, Petite Martinique y Union Island, donde el 90% de las viviendas resultaron dañadas o destruidas.
Las lluvias y vientos de Beryl afectaron también a Jamaica, Cuba, Haití y el sur de Estados Unidos, provocando más de 70 muertes y daños materiales superiores a los 6.860 millones de dólares.
A lo largo de la temporada ciclónica, se formaron 18 tormentas nombradas y 11 huracanes, cinco de ellos intensos, como Milton y Rafael, que impactaron directamente a Cuba y otras islas.
Los daños materiales y humanos fueron significativos, dejando a miles de familias sin hogar y comunidades enteras en estado de emergencia.
Esta temporada ciclónica nos recuerda la vulnerabilidad del Caribe y la necesidad de solidaridad y apoyo para quienes lo han perdido todo.