Arroz con Leche Irresistible: Paso a paso para su elaboración.

Foto: MC cormick
Desde niña siempre me ha gustado mucho el arroz con leche, ese dulce sencillo pero delicioso que me remonta a una infancia feliz.
Recuerdo el aroma cálido que salía de la cocina de mi abuela en las tardes de lluvia.
Era un olor que prometía consuelo y calma: arroz con leche.
Hoy quiero compartir con ustedes esa receta sencilla, pero colmada de ternura, que ha acompañado mis mejores recuerdos y, espero, enriquecerá también los suyos.
Arroz con Leche Irresistible: Paso a paso para su elaboración.
Ingredientes
1 litro de leche entera
100 g de arroz de grano corto (lavado y escurrido)
100 g de azúcar
1 rama de canela
Cáscara de 1 limón (solo la parte amarilla)
1 pizca de sal
Canela en polvo (para espolvorear)
Utensilios
Olla de fondo grueso
Cuchara de madera
Tazones de cerámica o vidrio
El primer susurro: infusionar la leche

Foto: bekiacocina
En mi olla, vierto el litro de leche y la caliento a fuego medio-bajo junto a la rama de canela y la cáscara de limón. Dejo que la leche apenas roce el hervor: quiero que absorba el perfume de los aromas sin sobresaltos.
Ese suave burbujeo y el perfume cítrico-meleoso me traen a la memoria la voz de mi abuela susurrando historias mientras removía la mezcla.
El latido del grano: cocer el arroz
Cuando la leche se ha impregnado de canela y limón, retiro la cáscara y la rama.
Incorporo el arroz lavado y una pizca de sal.
Aquí comienza la danza: cada dos o tres minutos, revuelvo con la cuchara de madera, evitando que el arroz se pegue al fondo.
Cocino a fuego suave, con paciencia de quien escucha el corazón del tiempo, hasta que el grano esté tierno pero aún firme, unos 20 – 25 minutos.
La dulzura compartida: añadir el azúcar
Con el arroz ya suave, incorporo el azúcar en dos tandas: la primera, mitad al iniciar la cocción; la segunda, cuando el grano esté casi listo.
Así el dulzor se distribuye con armonía, sin sacudidas repentinas.
Pruebo el conjunto: debe acariciar el paladar sin empalagar, como un abrazo suave.
El remate poético: textura y presentación
Si te gusta un arroz con leche más cremoso, añade un chorrito extra de leche caliente y cocina un par de minutos más.
Si prefieres más cuerpo, deja que repose tapado: al enfriarse, la mezcla se espesa con carácter.
Sirve en tazones, espolvorea canela en polvo y, si te atreves, un trocito de piel de limón confitada para un guiño crujiente.
Consejos desde mi rincón
Leche entera: aporta cremosidad; evita desnatada o vegetales si buscas la riqueza tradicional.
Tiempo: la paciencia es esencial: el secreto está en no prisa, que el arroz libere su almidón con calma.
Variaciones: un toque de esencia de vainilla, un puñado de pasas remojadas en ron, o coco rallado pueden convertir esta receta en tu propio poema.