Sancionan a Operador de Grupo Electrógeno por Sabotaje en Camagüey
Han transcurrido unos 10 años en los que debió sumar suficiente experiencia. Parece un día más en el cumplimiento de una rutina que, no obstante, entraña un acto de extrema responsabilidad: controlar la existencia, consumo, reposición y custodia del combustible en un grupo electrógeno.
Es el Operador C del identificado como Ciego 1, que alimenta el centro de comunicaciones de la Delegación Provincial del Ministerio del Interior (Minint). Graduado universitario y debidamente habilitado no está exento, sin embargo, de cometer un delito de extrema gravedad.
El hallazgo del sabotaje
Transcurre en el lugar una auditoría en la jornada del 29 de abril de 2024. De manera preliminar, se comprueba la existencia de un faltante de 30 litros de diésel. Quizás dominado por el nerviosismo, vierte agua en el tanque del grupo.
Es un lunes en el cual irrumpe el apagón de turno, esos que forman parte de la cotidianidad. Bien los aprovechan la contrarrevolución y las poderosas fuerzas que la aúpan desde el exterior para atizar la desesperanza…
Mientras, trabajadores y directivos extreman las medidas para evitar, o al menos aliviar, las consecuencias de las interrupciones. Media solo el tiempo previsto para que se haga realidad la respuesta ante la contingencia. Sobre las 10 de la noche se pone en marcha el Grupo, sin embargo, algo anda mal. Pasados unos 20 minutos, el Ciego 1 cancanea y deja de funcionar.
Foto: Tomada de OnCuba News
Las consecuencias del sabotaje
La contaminación con agua repercute negativamente en varios sentidos, afectando la generación eléctrica que abastece el centro de comunicación del Minint…
El proceso judicial
Para conocer la causa número 4 de 2024, seguida por un delito de sabotaje, se constituyó la sala de los delitos contra la seguridad del Estado, de Camagüey.
En el acto de justicia quedó demostrada la participación y la responsabilidad penal en que incurrió el acusado. Se determinó que fue el responsable en concepto de autor del delito de sabotaje previsto en el artículo 125 del Código Penal.
La sanción impuesta
Dada la condición de primario, la intachable y destacada conducta social y laboral mantenida con anterioridad, pero sin obviar la gravedad de los hechos, se decidió imponerle al acusado la sanción de siete años de privación de libertad, además de sanciones accesorias.
Se informó que se disponía de un término de 10 días hábiles para establecer el recurso de casación ante la instancia judicial.
Las palabras del acusado
“Era la época en que se iba la corriente todos los días, pensé que me iban a culpar por eso, me puse nervioso, la solución que se me ocurrió fue verter litros de agua allí para que cuando midieran… Mi intención nunca fue dañar nada, estoy bastante arrepentido y con bastante vergüenza porque yo no soy una persona que comete delito, y mucho menos que hace sabotaje.”
El veredicto de la fiscalía
Las palabras de la fiscal ante los presentes argumentaron la gravedad de los hechos:
“El delito de sabotaje afecta el bien público y la seguridad interior del Estado, que se refiere al derecho protegido por el ordenamiento jurídico para garantizar la estabilidad institucional, el orden público interno y la estabilidad de las estructuras políticas del Estado…”
Sancionan a Operador de Grupo Electrógeno por Sabotaje en Camagüey: Conclusión
La crisis energética en Cuba ha profundizado las dificultades diarias de la población, con apagones prolongados que afectan la vida cotidiana, la producción industrial y los servicios esenciales. La escasez de combustible, sumada a una infraestructura envejecida y limitada capacidad de generación eléctrica, ha generado un clima de frustración creciente.
Este contexto ha servido de caldo de cultivo para manifestaciones de descontento, donde algunos ciudadanos han recurrido a actos de vandalismo y sabotaje como expresión de su oposición al gobierno. Desde cortes intencionales de cables eléctricos hasta la manipulación de grupos electrógenos, estos hechos han aumentado en los últimos años, evidenciando el malestar social frente a una crisis que parece no tener una solución inmediata.
Las autoridades han intensificado las medidas de seguridad para prevenir estos incidentes, catalogándolos como amenazas a la estabilidad del país y aplicando sanciones severas a los responsables. Sin embargo, el fenómeno sigue en ascenso, impulsado por la desesperación y la percepción de que las instituciones no logran garantizar una mejora en la situación energética.
Mientras el gobierno insiste en que las dificultades provienen de factores externos como el embargo, sectores críticos argumentan que la mala gestión y la falta de inversiones han agravado la crisis. En este escenario, el vandalismo y el sabotaje, aunque ilegales y castigados con dureza, se han convertido en señales de una tensión política y social que continúa en aumento.