Aduana frustra intento de tráfico de cocaína dentro de toallitas húmedas en aeropuerto José Martí

Imagen: CubitaNow
Un operativo realizado en la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional «José Martí» de La Habana permitió descubrir cocaína oculta dentro de paquetes de toallitas húmedas que llegaron a la isla como parte del equipaje de un pasajero. Según las autoridades, la droga se encontraba escondida en bloques plásticos que imitaban envases de productos comerciales.
Si bien el decomiso evitó que la sustancia ingresara al mercado, el caso también pone en evidencia el nivel de ingenio con que operan las redes de narcotráfico en el Caribe, una región que continúa siendo un corredor clave para el traslado de cocaína hacia otros destinos.
Más allá de la eficacia puntual del operativo, el incidente revela un problema de fondo para Cuba. El aumento en la presencia y circulación de drogas, especialmente en zonas urbanas como La Habana, muestra que el fenómeno ya no es un asunto exclusivo de tránsito internacional, sino que empieza a tener efectos internos preocupantes.
Expertos advierten que los controles en los aeropuertos, aunque necesarios, no son suficientes para contener el problema. El combate al narcotráfico requiere acciones coordinadas que incluyan el fortalecimiento del trabajo policial en barrios vulnerables, la persecución de redes de distribución locales y políticas preventivas enfocadas en jóvenes que son los más expuestos al consumo.
Aduana frustra intento de tráfico de cocaína dentro de toallitas húmedas en aeropuerto José Martí

Imagen: Aeropuerto Internacional José Martí
El reto no se limita a evitar que la droga entre en el país, sino también a enfrentar un mercado interno que parece estar creciendo. El tráfico aéreo representa solo una parte del fenómeno: el aumento de situaciones de violencia vinculadas al consumo y la distribución en territorio nacional es una señal de alarma que exige respuestas más amplias y sostenidas.
Lo ocurrido en la Terminal 3 no solo refleja la habilidad de quienes intentan introducir narcóticos por vías “creativas”, sino también la urgencia de que Cuba diseñe estrategias integrales que vayan más allá del decomiso y la vigilancia aduanera. En definitiva, mientras existan consumidores y mercados locales en expansión, la lucha contra las drogas no se ganará únicamente en los aeropuertos.