China hace donación para reparar alrededor de 100 ómnibus rotos en La Habana.
China entrega piezas a Cuba para reparar la flota de ómnibus en La Habana, en un intento por mejorar el transporte público. Se planea rehabilitar 100 ómnibus para aliviar la crisis de movilidad.

Imagen: DCuba
El Gobierno de China entregó a Cuba un primer lote de piezas y equipamiento para reactivar la deteriorada flota de ómnibus del transporte público en La Habana, colapsada por años de abandono, escasez y mala gestión estatal.
Este jueves, se recibió en Cuba un envío de partes, piezas, agregados y equipamiento técnico, como parte de un proyecto de cooperación gubernamental con China, destinado a rehabilitar ómnibus paralizados por fallas mecánicas.
La entrega fue coordinada por la Agencia China de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Estos recursos fueron destinados a la Empresa Productora de Ómnibus Evelio Prieto, ubicada en Guanajay, a unos 50 kilómetros de la capital, donde permanecen fuera de servicio numerosos vehículos del transporte urbano.

Imagen: Cubadebate
Yosvanis Frías, director de la fábrica, informó a la prensa nacional que las piezas recibidas se distribuirán en los procesos de mecánica, montaje eléctrico y control de calidad. Se proyecta comenzar con la recuperación de cinco ómnibus mensuales, con la meta de devolver a las calles entre 40 y 50 unidades antes de que termine el año.
El director de Transporte de La Habana, Yuniel de la Rosa, anunció que se prevé la rehabilitación de unos 100 ómnibus en total, y adelantó que nuevos lotes de piezas llegarán por vía marítima de manera gradual.
La reparación se realiza en conjunto con la empresa estatal CAISA, el Ministerio de Industria, la Empresa Provincial de Transporte de La Habana, la Dirección General de Transporte de la capital y bajo seguimiento del Ministerio del Transporte.
Esta ayuda llega en un contexto crítico para el sistema de transporte cubano. El objetivo del régimen es recuperar rutas de alta demanda que conectan hospitales, escuelas y comunidades.
En marzo, el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez, informó ante la Asamblea Nacional que solo el 35% de los servicios planificados de ómnibus se ejecutaron el último año, debido a la falta de combustible y piezas de repuesto.
De acuerdo con el funcionario, la reparación incluye desde la chapistería y pintura hasta la mecánica de los diferentes sistemas. Una de las metas es “garantizar asientos con mayor durabilidad”, pues se trata de una de las piezas que mayor contacto tienen con las personas y que “se rompen con mayor facilidad”.
Rodríguez Dávila indicó que se reutilizan componentes en buen estado como cristales y piezas eléctricas “para agilizar la puesta en marcha de algunos vehículos”, varios víctimas de vandalismo, por lo que “muchas de sus piezas no están, lo cual hace el proceso más engorroso”.

Imagen: Cubanet
De las más de 2.500 rutas existentes, casi la mitad están paralizadas, y muchas de las activas operan con solo dos recorridos diarios: uno en la mañana y otro en la tarde.
Además del colapso técnico, imágenes difundidas en redes sociales revelan el estado ruinoso de terminales como San Agustín y Arimao, donde decenas de ómnibus yacen desmantelados, oxidados y abandonados a la intemperie. Unas pocas unidades permanecen enteras, pero la mayoría han sido reducidas a estructuras vacías sin ruedas ni motores.
El deterioro del transporte público es uno de los factores que más afecta la vida cotidiana en Cuba. Las esperas interminables, la suspensión de rutas y la sobrecarga de las pocas unidades en funcionamiento agravan la movilidad urbana y dificultan aún más la ya precaria situación económica de la población.
El gobierno cubano afirma que además de recibir donaciones internacionales como la de China, está intentando recuperar ómnibus mediante el reaprovechamiento de piezas usadas y la reparación de motores. También se están realizando esfuerzos para mejorar la infraestructura de transporte mediante la cooperación con otros países, como Rusia, y la incorporación de nuevos vehículos al sistema.