Cuba bajo presión sanitaria: enfermedades reemergentes, dengue y deficiencias estructurales.

Foto:Cubadebate
La situación epidemiológica en Cuba enfrenta un momento complejo, con un aumento de enfermedades infecciosas, deficiencias en el control sanitario y señales de alerta que evidencian vulnerabilidades en el sistema de salud.
Así lo advirtió la Dra. Gretza Sánchez Padrón, directora de Higiene y Epidemiología del Minsap, durante su informe al Parlamento cubano.
Cuba bajo presión sanitaria: enfermedades reemergentes, dengue y deficiencias estructurales

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Aumento regional de enfermedades y riesgo para Cuba
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido alertas por la circulación activa de enfermedades como la fiebre amarilla, la influenza H1N5 y el sarampión en América Latina.
Aunque no se han registrado brotes graves en Cuba, la presencia regional y los flujos migratorios elevan el riesgo de introducción de nuevos virus.
El dengue sigue activo en el país, con los cuatro serotipos circulando y transmisión confirmada en al menos cinco provincias.
El Minsap reconoce fallas logísticas y poca efectividad en el control del mosquito Aedes aegypti, principal vector de la enfermedad.
IRA, tuberculosis y hepatitis A en aumento

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Las infecciones respiratorias agudas (IRA) mantienen niveles elevados, con alta concentración de casos en seis provincias.
Además, se detectó una nueva subvariante de ómicron, aunque con bajo impacto clínico hasta el momento.
La tuberculosis crece en nueve provincias y la hepatitis A reaparece, vinculada a las malas condiciones sanitarias: basura acumulada, problemas con el agua potable y mala manipulación de alimentos, que siguen sin resolverse pese a su impacto en la salud pública.
VIH, enfermedades crónicas y un sistema tensionado
Casi 35 mil personas viven con VIH en Cuba, con una epidemia que sigue siendo predominantemente masculina y con fuerte afectación a la población trans.
El 66% de los casos están en edad laboral, lo que refleja su impacto socioeconómico.
Enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes y la enfermedad renal siguen siendo prioridades.
Cuba implementa la estrategia HEARTS y ha logrado avances como la certificación del esfigmomanómetro nacional Hipermax, pero estas acciones aún no alcanzan a todo el sistema de salud.
¿Una salud integral o una salud en crisis?
Aunque el enfoque “Una Sola Salud” busca integrar sectores para enfrentar los desafíos sanitarios, su implementación ha sido desigual.
La falta de coordinación, la limitada respuesta comunitaria y las condiciones higiénicas deterioradas siguen frenando los resultados.
La realidad epidemiológica cubana de 2025 es una combinación de alertas internacionales, repuntes locales y promesas estructurales.
El reto no está solo en garantizar vacunas, sino en solucionar fallas de base en el sistema sanitario, mejorar la infraestructura, y reconectar la salud pública con las comunidades.