El tren de Expocuba: nostalgia sobre rieles que vuelve a rodar
En un país donde hablar de transporte público es tocar una fibra sensible, la reactivación del tren de Expocuba no es una simple anécdota: es un pequeño alivio con sabor a nostalgia.
A partir del próximo miércoles 2 de julio, esta conexión ferroviaria entre la Estación Central de La Habana y el recinto ferial de Expocuba volverá a prestar servicio, ofreciendo a miles de habaneros una opción económica, pintoresca y funcional para moverse durante el verano.
No se trata solo de un tren más. Es una señal de que, a pesar de la crisis, todavía hay rieles para mover alegrías.
Un tren con historia: cuando el Expocuba era destino familiar

Foto de Facebook del Ministro de Transporte
Durante los años 90 y principios de los 2000, el tren de Expocuba fue una opción popular para las familias capitalinas.
Con tarifas accesibles, horarios razonables y un recorrido que permitía llegar hasta el corazón del parque ferial y sus alrededores, este tren se convirtió en sinónimo de excursión dominguera, de merienda empacada y de niños emocionados mirando por las ventanas.
El trayecto también permitía a muchos cubanos del sur de La Habana acceder al Parque Lenin, al Jardín Botánico Nacional y al Zoológico Nacional. Era un servicio funcional en una ciudad que, aunque ya mostraba señales de desgaste en su red de transporte, aún se esforzaba por sostener una cierta calidad de vida.
Sin embargo, como casi todo en Cuba, el tren dejó de funcionar en algún momento, sin que se diera una explicación oficial clara.
La falta de mantenimiento, los recortes presupuestarios, la caída del turismo nacional y el deterioro general del sistema ferroviario cubano contribuyeron al apagón silencioso de una opción de transporte vital para miles.
Una buena noticia en medio del caos del transporte cubano
Que vuelva a funcionar el tren de Expocuba en julio de 2025 no es poca cosa. En medio de una situación crítica del transporte en Cuba, donde las guaguas son escasas, los almendrones se pagan en divisa y los precios del transporte privado se han disparado, este servicio representa un alivio —aunque sea parcial— para muchas personas.
Detalles del servicio del tren de Expocuba
Según dio a conocer el Ministro de Transporte en su red social de Facebook, el tren circulará de miércoles a domingo, con dos salidas diarias desde la Estación Central de La Habana. Tendrá capacidad para 204 pasajeros por viaje, paradas en 12 estaciones intermedias y un pasaje de 20 pesos cubanos, que resulta irrisorio si se compara con otras opciones. El recorrido atraviesa zonas clave como Luyanó, La Víbora, Arroyo Naranjo, Calabazar y el propio Parque Lenin, conectando barrios periféricos con una de las principales áreas de recreación del país.
¿Por qué desapareció… y por qué ahora regresa?

Expocuba/ Revista Bohemia
La paralización del servicio ferroviario a Expocuba fue una víctima más de la crisis económica prolongada en la isla. La falta de piezas de repuesto, la obsolescencia del material rodante, el éxodo de técnicos y personal calificado, y el abandono de inversiones públicas en el sistema ferroviario han hecho estragos.
Además, el propio recinto ferial, que en sus mejores años albergaba exposiciones tecnológicas, ferias agropecuarias y encuentros estudiantiles, también sufrió una lenta decadencia.
Entonces, ¿por qué regresa ahora? Hay varias razones posibles:
Presión social por más opciones de transporte durante el verano
Voluntad del Ministerio del Transporte de mejorar su imagen pública
Aprovechamiento de fondos para infraestructura ligera en el sector
Y, quizás, un intento de reactivar espacios de socialización masiva
Sea cual sea la combinación de factores, la vuelta del tren tiene un alto valor simbólico y funcional.
Consecuencias y desafíos por delante
Aunque celebrada, esta medida no está libre de desafíos. Un sistema con solo tres coches y dos horarios diarios puede verse rápidamente saturado. Si no hay continuidad, mantenimiento ni disciplina organizativa, el entusiasmo puede diluirse pronto. Además, la demanda superará la oferta, sobre todo en julio y agosto.
También se corre el riesgo de que el servicio sea temporal, sin garantía de permanencia más allá del verano. Como ha ocurrido antes, la falta de una planificación estratégica podría llevar al deterioro del proyecto en pocos meses.
La reapertura del tren de Expocuba debería ser más que una solución estacional: podría ser un punto de partida para pensar seriamente en la recuperación del ferrocarril cubano como alternativa real.
Cuba tiene una historia ferroviaria extensa, con una de las primeras redes de trenes de América Latina. Hoy, sin embargo, está prácticamente en ruinas.
Que vuelva a funcionar un tren modesto no soluciona la crisis del transporte, pero sí nos recuerda que hay rutas posibles. Que se puede, con voluntad política, planificación técnica y recursos mínimos, construir opciones de movilidad dignas, accesibles y humanas.
Mientras tanto, los niños volverán a mirar por las ventanas. Y el tren de Expocuba volverá, al menos por un rato, a mover alegrías.