El Gobierno británico, liderado por Keir Starmer, ha dado un paso que marcará un antes y un después en la estrategia militar del país. El anuncio de la compra de cazas estadounidenses F-35A con capacidad de transportar armas nucleares supone el cambio más relevante en la política de defensa del Reino Unido desde el final de la Guerra Fría.
Hasta ahora, la disuasión nuclear británica se había centrado exclusivamente en los submarinos Vanguard, equipados con misiles Trident. Ahora, la Real Fuerza Aérea volverá a tener aviones capaces de lanzar armas atómicas, algo que no ocurría desde la retirada del caza Tornado en 1998.
¿Por qué este cambio ahora de Reino Unido?

U.S. Air Force F-35A Lightning II Wikipedia
El contexto internacional parece justificar esta decisión de Reino Unido. El aumento de la agresividad rusa, la guerra en Ucrania, los ciberataques y la incertidumbre sobre el compromiso de Estados Unidos con la seguridad europea han llevado a Downing Street a reconsiderar su papel en el equilibrio de poder continental.
El propio Starmer ha declarado que “en una era de incertidumbre radical, ya no podemos dar la paz por descontada”. El Reino Unido, principal proveedor de armas a Ucrania y cuarto mayor arsenal nuclear del mundo, busca diversificar su estrategia de disuasión para estar preparado ante cualquier escenario bélico.
La compra de estos aviones, que podrán transportar bombas de gravedad B61-12 —con una potencia explosiva tres veces superior a la bomba de Hiroshima—, no solo refuerza la seguridad nacional, sino que también apoya a la industria de defensa del país, generando miles de empleos y beneficiando a comunidades enteras.
El mensaje de Reino Unido a la OTAN y a Trump

Keir Starmer/ Foto: Intrafocus
Starmer persigue dos objetivos claros: reforzar la economía nacional a través de la industria de defensa y demostrar al presidente estadounidense, Donald Trump, que el Reino Unido es su aliado más fiel.
La decisión llega en un momento clave, justo antes de la cumbre de la OTAN en La Haya, donde la alianza reclama a sus miembros un aumento del gasto militar hasta el 5% del PIB.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha celebrado el anuncio, subrayando la importancia de que el Reino Unido se sume a la misión aérea nuclear de la alianza.
El impacto en la industria y la sociedad
La adquisición de estos 12 (o 13, según algunas fuentes) aviones F-35A no solo supone un refuerzo militar, sino también un impulso económico.
El 15% de la cadena global de suministro de estos aparatos se encuentra en el Reino Unido, lo que garantiza la creación de unos 20.000 puestos de trabajo y el fortalecimiento de la industria nacional.
Además, el Gobierno ha anunciado inversiones millonarias en fábricas de municiones y armas de largo alcance, con el objetivo de hacer al Ejército británico “diez veces más letal”.
¿Preparado Reino Unido para la guerra?
La revisión estratégica de defensa presentada por Starmer deja claro que el Reino Unido se prepara para librar guerras contra Rusia en Europa y el Atlántico, concebidas incluso como conflictos nucleares.
El país ya cuenta con cuatro submarinos Vanguard, pero ahora apuesta por una nueva generación de submarinos nucleares, hasta doce en total, y un arsenal aéreo renovado. La idea es que, ante la amenaza directa de estados con fuerzas militares avanzadas, la mejor manera de disuadirlos es estar preparados y, sobre todo, demostrarlo.
El anuncio del Gobierno británico no solo marca un punto de inflexión en la historia reciente del país, sino que también pone de manifiesto la creciente militarización de Europa en un contexto internacional cada vez más incierto.
La compra de cazas nucleares es una apuesta clara por la disuasión y la preparación para el conflicto, pero también plantea preguntas sobre el futuro de la seguridad colectiva y el riesgo de una escalada nuclear.
En definitiva, el Reino Unido vuelve a la carrera nuclear aérea con un mensaje claro: en un mundo más peligroso, la mejor manera de evitar la guerra es estar preparados para ella. Y, tal vez, la mejor manera de asegurar la paz es demostrar que no se teme a la guerra.