Alarma por venta de cotorras cubanas en redes sociales

Foto: cibercuba
Una reciente publicación en Facebook, donde se ofrecían al menos 12 pichones de cotorra cubana (Amazona leucocephala) a 5 000 pesos cada uno, ha reavivado la preocupación sobre el tráfico ilegal de fauna protegida en Cuba.
La denuncia fue divulgada por la activista Ana Belkys Hernández Millán, quien en una carta abierta cuestionó la permisividad de este negocio ilícito que opera “a plena luz del día”, exponiendo fotografías, precios y contactos de los traficantes como si se tratase de un comercio legítimo.
Alarma por venta de cotorras cubanas en redes sociales
Venta abierta de especies endémicas
La cotorra cubana, especie endémica y catalogada en estado vulnerable, no solo representa un tesoro de la biodiversidad nacional, sino también un símbolo vivo de la identidad ecológica de la isla.
Hernández Millán preguntó con contundencia:
“¿Qué mensaje transmite esto a la ciudadanía? ¿Dónde queda el peso de nuestras leyes?”.
Su reclamo deja al descubierto la facilidad con la que se comercializa ilegalmente un animal protegido, al tiempo que pone en entredicho la efectividad de las sanciones y el compromiso de las autoridades competentes.
Fallas estructurales en el control ambiental
La denuncia interpela directamente a organismos como el CITMA (Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente), el MINAGRI (Ministerio de la Agricultura) y el MININT (Ministerio del Interior), criticando la ausencia de una respuesta coordinada y visible.
Preguntas como “¿Quién investiga estos casos?”, “¿Quién rastrea y denuncia las publicaciones en línea?” y “¿Qué acciones concretas se están emprendiendo para detener esta cadena de crimen ambiental?” permanecen sin respuesta.
Según Hernández Millán, no bastan los discursos ni los “lamentos simbólicos”: se requiere voluntad política, seguimiento efectivo y vigilancia ambiental rigurosa.
Otros casos recientes de tráfico de fauna silvestre
El problema no se limita a las cotorras.
El pasado 30 de abril de 2025, la agrupación Bienestar Animal Cuba (BAC), en La Habana, reportó la oferta de un aura tiñosa (Cathartes aura) herida en un grupo de WhatsApp, vendida como si fuera un artículo de consumo corriente.
Asimismo, en abril se difundió en redes un video donde se mostraba a una lechuza confinada en una cubeta metálica con una tabla de madera en “Alamar el barrio”, situación que generó indignación entre internautas y defensores de la fauna.
Recientemente, la organización Protección Animal SOS – PASOS denunció la muerte de otra lechuza que había sido adquirida ilegalmente por activistas luego de una negociación de precios en Facebook.
Llamado urgente a la acción
El mensaje de Hernández Millán es claro: el tráfico ilegal de fauna protegida es un crimen ambiental que, de no ser detenido, condena a la extinción a especies como la cotorra cubana.
Es imprescindible que las autoridades cubanas apliquen con rigor los mecanismos legales existentes, retiren de circulación las publicaciones ilícitas, fortalezcan la supervisión en redes sociales y sancionen ejemplarmente a los responsables.
Sólo así se podrá garantizar la conservación de la biodiversidad y el respeto a las leyes que protegen la fauna silvestre de Cuba.