Trump y la separación de niños migrantes: 500 menores bajo custodia y un gran impacto emocional
La administración Trump está sacando de sus casas a cientos de niños migrantes que ya viven en Estados Unidos, poniéndolos bajo custodia del gobierno.
En muchos casos, los separan de sus familias y hacen que sea mucho más difícil que los liberen, según varias fuentes que conocen bien el tema.
Desde que Trump volvió a la Casa Blanca, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha puesto bajo custodia a unos 500 niños después de hacerles controles de bienestar o por medidas migratorias contra sus familiares, que en la mayoría de los casos son sus padres u otros parientes. Esta cifra es mucho mayor que en años anteriores y marca un cambio importante, según refiere CNN en español.
¿Qué está pasando con los niños migrantes y por qué?

BBC Mundo
Trump y sus asesores han criticado mucho a la administración Biden por la cantidad de niños que han llegado solos a la frontera sur, diciendo que muchos no fueron registrados y que están en situaciones peligrosas.
Pero ahora, con esta nueva ola de detenciones y separaciones, la administración de Trump también está tratando de eliminar un acuerdo judicial que existe desde hace más de 25 años, llamado el ‘Acuerdo Flores’.
Este acuerdo obliga a que los niños migrantes tengan ciertos derechos y protecciones cuando están bajo custodia federal. En mayo, Trump pidió a un tribunal en California que quite ese acuerdo por completo, lo que podría hacer que los niños tengan menos protección y un trato mucho más duro.
Esta política trae recuerdos de la llamada “tolerancia cero” que Trump aplicó en su primer mandato, cuando separaron a más de 4,600 niños de sus familias.
Muchos de esos niños nunca fueron bien registrados ni hubo un plan claro para reunirlos con sus padres. Organizaciones como Human Rights Watch han denunciado el daño psicológico que esto causó, y todavía hay más de 1,300 niños migrantes que no se han reunido con sus familias.
¿Cómo afecta esto a los niños migrantes?

Reuters
Desde el punto de vista psicológico, separar a un niño de su familia es algo muy dañino. Los estudios muestran que estos niños sufren mucha ansiedad, estrés y problemas para confiar en los demás.
Sentirse abandonados y tener miedo puede afectar su desarrollo emocional y mental para toda la vida.
El trauma no termina cuando los separan; muchas veces, los niños están en condiciones difíciles, sin acceso a servicios básicos y aislados.
Para muchos, esta experiencia es como una tortura emocional, y necesitan ayuda profesional para recuperarse. Si la reunificación con sus familias se demora o es imposible, el daño se agrava aún más, y los niños se sienten inseguros y desprotegidos.
¿Qué dicen los medios y la política sobre esta decisión con niños migrantes?
La reacción en los medios ha sido dividida. Algunos medios conservadores y miembros del Partido Republicano defienden estas medidas, diciendo que son necesarias para proteger la frontera y a los niños.
Pero la mayoría de la prensa independiente y grupos de derechos humanos critican duramente estas políticas, calificándolas de crueles y dañinas.
Dentro del Partido Republicano, hay apoyo para mantener una política migratoria estricta. Por ejemplo, Tom Homan, exdirector de ICE, ha dicho que la administración quiere mantener a padres con sus hijos en centros de detención y que no dudará en deportar a padres indocumentados, incluso si sus hijos nacieron en Estados Unidos. Esto pone a las familias en una situación terrible: o se van todos juntos o se separan.
Por otro lado, defensores de derechos humanos advierten que estas políticas son un retroceso que causa mucho sufrimiento a los niños y sus familias.
La eliminación del Acuerdo Flores sería un paso más para reducir las protecciones legales y aumentar la detención prolongada de menores migrantes.
La separación de los niños migrantes: resumen
Separar a niños migrantes de sus familias y ponerlos bajo custodia federal es un retroceso muy serio en el trato humanitario hacia estos menores en Estados Unidos.
Más allá de las leyes y la política, el daño emocional que sufren estos niños es enorme y puede afectar su vida para siempre.
La intención de eliminar el Acuerdo Flores y aumentar las detenciones muestra que esta administración pone la seguridad y el control migratorio por encima de los derechos humanos y el bienestar de los niños.
Esta situación no solo afecta a las familias involucradas, sino que también pone a Estados Unidos en el centro de una controversia mundial sobre derechos humanos, con un impacto fuerte en la opinión pública y en el futuro de la política migratoria.