3 tiendas apuestan por bolsas de papel para reducir la contaminación plástica en La Habana

Imagen: iStock
En el centro de La Habana, el pasado 5 de junio —Día Mundial del Medio Ambiente— tres comercios rompieron la rutina y sorprendieron a sus clientes: en vez de las habituales bolsas plásticas, entregaron cartuchos de papel para empacar los productos. Esta acción, más que un simple gesto, representa un paso simbólico y experimental en la lucha contra la contaminación por plásticos de un solo uso en Cuba.
Iniciativa con respaldo y propósito
La experiencia piloto fue impulsada por el proyecto “Menos desechos plásticos” y la Alianza Integrada Juntos por menos desechos plásticos, una plataforma que une esfuerzos del sector privado y estatal para enfrentar uno de los mayores desafíos ambientales de la Isla: el uso indiscriminado de plásticos de un solo uso. En esta ocasión, participaron activamente las mipymes Yoan2 con lo mejor y PRINTea, junto a entidades estatales como el Grupo Empresarial de Comercio y el Grupo de Administración de Empresas.
El objetivo de la iniciativa es doble: por un lado, sensibilizar a la población sobre la necesidad de reducir el consumo de plásticos y, por otro, demostrar que existen alternativas viables y sostenibles para el comercio diario.
El cambio en acción: la experiencia en las tiendas

Imagen: BeFunky
El mercado Marea Alta, una bodega y una tienda en divisas fueron los escenarios elegidos para esta prueba. Los clientes, acostumbrados a recibir sus compras en bolsas de nailon, se encontraron con cartuchos de papel de diferentes tamaños. Las dependientas, preparadas para la ocasión, explicaban con paciencia los motivos del cambio: menos plástico significa menos contaminación y más salud para el entorno.
La reacción de los habaneros fue mayoritariamente positiva. Muchos vieron la medida como un avance necesario y aplaudieron la iniciativa, aunque no faltaron las dudas sobre su permanencia en el tiempo. Vilma Machado, profesora de Medicina, expresó su satisfacción:
Esto es lo que hay que hacer, ¡por fin! Ya era hora de dejar el plástico atrás”.
Mipymes cubanas: innovación y compromiso
Las mipymes Yoan2 con lo mejor y PRINTea no solo aportaron los cartuchos de papel, sino que también aprovecharon la ocasión para mostrar sus capacidades productivas y su compromiso ambiental. Yoan Guevara Sierra, director de Yoan2, resumió el espíritu de la propuesta:
Estamos invadidos de plástico. Nosotros queremos ofrecer soluciones que sean baratas, útiles y que, además, no le hagan daño al entorno”.
Por su parte, PRINTea, especializada en productos de papel y cartón, trabaja en el desarrollo de biopolímeros —recubrimientos especiales para que los envases de papel resistan grasa y humedad—, lo que permitiría ampliar el uso de estos envases en la vida cotidiana del cubano. Sus productos, fabricados con materia prima nacional y en alianza con empresas estatales, incluyen bolsas, cartuchos, cajas y bandejas de diversos tamaños, adaptándose a las necesidades del comercio local.
3 tiendas apuestan por bolsas de papel para reducir la contaminación plástica en La Habana

Imagen: iStock
Un paso en un largo camino
La acción del 5 de junio es parte de una estrategia más amplia que busca transformar los hábitos de consumo y la gestión de residuos en Cuba. El proyecto Menos desechos plásticos, liderado por el Instituto de Geografía Tropical y respaldado por el Fondo Nacional del Medio Ambiente, promueve la sustitución progresiva de los plásticos de un solo uso, la educación ambiental y el desarrollo de soluciones innovadoras a nivel local.
Entre sus acciones se incluyen talleres de capacitación, campañas de sensibilización, recogidas de residuos y alianzas entre el sector estatal y privado. Además, se han realizado concursos, charlas y actividades educativas en escuelas y comunidades para fomentar la conciencia ambiental desde edades tempranas.
Desafíos y perspectivas
A pesar de la buena acogida, el reto principal es lograr que este tipo de iniciativas no se queden en eventos puntuales, sino que se integren de manera permanente en la vida cotidiana y en la política empresarial cubana. La sustitución de plásticos de un solo uso requiere cambios tecnológicos, incentivos económicos y, sobre todo, un cambio de mentalidad tanto en los consumidores como en los actores económicos.
Cuba, como parte de los compromisos internacionales para combatir la contaminación por plásticos, avanza hacia la implementación de regulaciones y el fortalecimiento de la economía circular, promoviendo el reciclaje y la reutilización de materiales como el papel y el cartón. Sin embargo, el camino es largo: en La Habana, por ejemplo, solo se recupera el 40% de los desechos sólidos, y la producción de materias primas recicladas ha disminuido en los últimos años.
La experiencia de las tres tiendas habaneras demuestra que es posible —y necesario— buscar alternativas al plástico en el comercio diario. La alianza entre el sector privado y estatal, el impulso de las mipymes y la voluntad de la ciudadanía son ingredientes clave para avanzar hacia un modelo más sostenible. El desafío ahora es que estas acciones se multipliquen y se conviertan en la norma, no en la excepción, para que el mensaje no se quede solo en el papel.